Salburg (AsiaNews)- Una tierra rica en bellezas, capaz de enseñar desde la escuela elemental la convivencia entre estudiantes cristianos y musulmanes, un pueblo que espera y reza que, un día no muy lejano, gracias a "este Papa" se ponga fin a "la división entre católicos y luteranos". Así el p. Bonnie Mendes, sacerdote de Faisalabad (e Punjab), ya secretario de justicia y Paz (Ncjp) y coordinador de Caritas Pakistán, cuenta su reciente viaje a Salisburg, en Austria, patrimonio de la Unesco y ciudad natal de Mozart.
Desde la ciudad austríaca, el sacerdote paquistaní- en primera fila en la lucha contra la violencia de características confesionales en Pakistán y para la armonía entre religiones- dice que aprecia la convivencia ya desde la escuela. "He participado como relator en un encuentro en la escuela elemental- cuenta a AsiaNews- y era impresionante ver que sobre 150 alumnos la mayoría era musulmana". Al interior hay niños que provienen de 37 países distintos, cada uno "con una diversa lengua madre".
P. Bonnie Mendes habla de la fascinación de la catedral de Salisburg, enriquecida por cuatro órganos y decoraciones antiguas. Él cuenta el deseo profundo de los fieles, para que suceda una reconciliación que ponga fin a la división entre católicos y protestantes; una esperanza renovada por el pontificado y por el carisma del Papa Francisco.
De sus jornadas austríacas, el sacerdote paquistaní ha admirado también las bellezas del paisaje, de la arquitectura, la grandiosidad de los monasterios y de los antiguos centros de oración, más allá de la bondad de las comidas y de "la cerveza local", que ha apreciado. El todo, al interno del Festival de los productos biológicos que se realizó justo en esos días en Salisburg.