Aún peligra naufragar la Conferencia de paz sobre Siria
La oposición quiere la eliminación política de Assad, pero está dividida en su interior. Assad rebate que mucha oposición no representa al pueblo sirio y que él participará en las próximas elecciones. Los "Amigos de Siria", tratan de convencer a los grupos rebeldes a participar a Ginebra 2. Las condiciones puestas por la Santa Sede para una eficaz Conferencia de paz.

Damasco (AsiaNews/Agencias)- Los destinos de Ginebra 2, la conferencia de paz sobre Siria que debería realizarse hacia fines de noviembre, peligra de naufragar por las resistencias que ponen los rebeldes y el mismo Assad.

Diversos grupos de opositores quieren boicotear los diálogos porque exigen que las conclusiones prevean la salida de Bashar Assad de la escena del poder.

Por su parte Damasco no acepta tales pre-condiciones y el mismo Assad, en una entrevista a la televisión libanesa Al-Mayadeen dijo que no encuentra "ninguna razón" para no presentarse a las próximas elecciones y quizás ser elegido. También acusó a la oposición de ser extraña a los intereses del pueblo sirio ¿Cuáles fuerzas toman parte -se preguntó- cuáles relaciones tienen con el pueblo sirio? ¿Representan al pueblo sirio o representan a los Estados que los han inventado?

De hecho la oposición está formada por diversos grupos, sólo una parte está formada por sirios. Más allá del Free Syrian Army, formado por soldados desertores del ejército de Assad, hay grupos de jihaidistas que provienen de decenas de naciones islámicas (Chechenia, Túnez, Libia, Egipto, Indonesia, Sudán...) A éstos se agregan el Consejo nacional formado por exiliados sirios, sustentados por potencias europeas y medio-orientales. Todos están en lucha entre ellos para ver quien de ellos debe representar a la oposición en los diálogos. Es más, en el terreno sirio, existe una lucha entre la oposición "laica" del Free Syrian Army y la radical islámica, constituida por grupos aliados a Al-Qaeda. Éstos en las zonas bajo su control imponen las leyes islámicas y tratan duramente a las minorías cristianas y chiítas (o alauitas). Los grupos radicales prefieren la guerra santa a la Conferencia de paz. En los días pasados también el Consejo nacional sirio se mostró perplejo sobre su propia participación.

En estos días, ministros de 11 naciones de los "Amigos de Siria" (EEUU, Gran Bretaña, Egipto, Francia, Alemania, Italia, Jordania, Qatar, Arabia Saudita, Turquía, Emiratos Árabes) se encontraron en Londres para convencer a los opositores de Assad a participar unidos a la Conferencia que ellos ven como una transición política más allá del régimen de Assad.

El secretario de la Onu ban Ki Moon está entre los más fuertes sostenedores de la Conferencia de paz. También la Santa Sede desea un encuentro que reúna a todos los interlocutores locales, regionales e internacionales implicados, sin exclusión  o veto alguno. El pasado 6 de septiembre, Mons. Dominique Manberti, secretario para las relaciones con los Estados, encontrando al cuerpo diplomático junto a la Santa Sede precisó algunas condiciones previas para el futuro de la Siria: garantizar la unidad del País; respeto hacia las minorías (también cristianas); plena ciudadanía a todos los sirios, de cualquier religión; libertad de religión garantizada; separación de la oposición del extremismo islámico.