Papa: "nosotros cristianos quizás hemos perdido un poco el sentido de la adoración" de Dios
Francisco durante la misa habla del "tiempo material en el cual se debe ir antes que nada para la adoración y del "tiempo espiritual", el ser humano que en cuanto es "templo del Espíritu santo" está llamado a escuchar dentro de sí a Dios, a pedirle perdón y a seguirlo. Pero "nuestros templos: ¿son lugares de adoración, favorecen a la adoración? ¿Nuestras celebraciones favorecen a la adoración? "En estos dos templos nuestra actitud debe ser la piedad que adora y escucha, que reza y pide perdón, que alaba al Señor".

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - "Nosotros cristianos quizás hemos perdido un poco el sentido de la adoración a Dios". Lo dijo esta mañana el Papa Francisco en la homilía de la misa celebrada en la casa S. Marta, centralizada sobre "el tiempo" material en el cual se debe ir antes que nada para la adoración y sobre el "tiempo espiritual", el ser humanos que en cuanto es "templo del Espíritu Santo" está llamado a escuchar dentro de sí a Dios, a pedirle perdón y a seguirlo.

El Papa, como comentó la Radio Vaticana, se refirió al paso del Antiguo Testamento, en el cual Judas Macabeo vuelve a consagrar el templo destruido por las guerras. "El Templo como el lugar de referencia de la comunidad, un lugar como referencia del pueblo de Dios", donde se va por muchos motivos, uno de los cuales supera  a los otros. "El templo es el lugar donde la comunidad va  a rezar, a alabar al señor, pero sobre todo va a adorar: en el Templo se adora al señor. Es este el punto más importante. También, y esto es válido para las ceremonias litúrgicas; en esta ceremonia litúrgica. ¿Qué es lo más importante? Los cantos, los ritos- bello todo...? Lo más importante es la adoración: toda la comunidad reunida mira al altar donde se celebra el sacrificio y adora. Pero yo creo- humildemente lo digo- que nosotros cristianos quizás hemos perdido el sentido de la adoración y pensamos: vamos al templo, nos reunimos como hermanos- ¡lo que es bueno y bello!- pero el centro está allí donde está Dios. Y nosotros adoramos a Dios".

Pero, "nuestros templos, ¿son lugares de adoración?, Nuestra celebraciones, ¿favorecen a la adoración?". Jesús echa a los "negociantes" que habían tomado al templo como un lugar de tráficos más que en lugar de adoración. Pero hay otro "templo" y otra sacralidad para considerar en la vida de fe. "San Pablo nos dice que nosotros somos templos del espíritu Santo. Yo soy un templo. El Espíritu de Dios está en mí. Y también dice: "¡No entristezcan al Espíritu del Señor que está dentro de vosotros!". Y aquí, también nosotros podemos hablar como antes de la adoración, pero como una especie de adoración que es el corazón que busca al Espíritu del Señor dentro de sí y sabe que Dios está dentro de sí, que el Espíritu Santo está dentro de sí. Lo escucha y lo sigue".

Lógico que el seguir a Dios presupone una continua purificación, "porque somos pecadores": "Purificarse con la oración, con la penitencia, con el Sacramento de la reconciliación, con la Eucaristía". Y así, "en estos templos- el material, el lugar de adoración y el templo espiritual dentro de mí, donde habita el Espíritu Santo- en estos dos templos nuestra actitud debe ser la piedad que adora y escucha, que reza y pide perdón, que alaba al Señor". "Y cuando se habla de la alegría del templo, se habla de esto: toda la comunidad en adoración, en plegaria, en acción de gracias, en alabanza. Yo en oración con el Señor, que está dentro de mí porque yo soy el "templo", para poder ir adelante en nuestra vida de adoración y de escucha de la Palabra de Dios".