India saluda a Nelson Mandela, apóstol de la no violencia como Mahatma Ghandi
de Nirmala Carvalho
Sacerdotes católicos y activistas para los derechos humanos recuerdan al líder sudafricano como "un ideal y un ícono al cual seguir". Mandela quiso no sólo "la finalización de la segregación de los negros", sino también que "que todo el pueblo viviese, caminase y trabajase juntos". Es esto lo que India debe tratar de "combatir el sistema de las castas, las violencias de matriz religiosa y la marginación".

Mumbai (AsiaNews) - El pueblo hindú llora la desaparición de Nelson Mandela, el hombre que  ninguno "siguió el ejemplo de la no-violencia de Mahatma Gandhi". El líder sudafricano presentó "un ideal al cual seguir" para todos, sobre todo para los más emarginados: dalit, enfermos, necesitados, minorías perseguidas. Pero la enseñanza más grande que ha dejado al mundo es su capacidad de "perdonar en modo incondicional".

Según el p. Cedric Prakash- director del centro jesuita de Ahmedabad Prashant, para los derechos humanos, la justicia y la paz- "la extraordinaria vida de N. Mandela nos ha dejado tres lecciones claves: si el espíritu es fuerte al final triunfará, aunque si el poder y los intereses hacen de todo para subyugar a la persona; la lucha no violenta es el único camino seguro para obtener resultados, como aprendió de Mahatma Gandhi; divisiones de cualquier tipo y en particular el racismo, no tienen lugar en un mundo que se está convirtiendo cada vez más en un pueblo global. Él creía que todo ser humano fuese creado a imagen y semejanza de Dios y que como hijos de este planeta también si somos diversos, somos todos iguales".

Todavía- hace notar a AsiaNews el jesuita, "también si es considerado un ícono para millones de personas en todo el mundo, muchas zonas continúan siendo devastadas por la violencia, el odio y las divisiones". El sacerdote toma por ejemplo al Gujarat, tierra que ha dado el nacimiento a Gandhi y que está viviendo un momento de riqueza económica. Hoy, explica, "ser musulmán en Gujarat significa vivir en guetos o áreas especiales. Esto es evidente en Ahmenadabad, capital financiera del Estado, donde para un islámico es imposible comprar o alquilar una casa en la zona comercial". El problema es "la institucionalización de esta práctica, aceptada por la mayoría  (hindú, ndr).

Por el contrario, "Mandela ha luchado contra la segregación de los negros en Sudáfrica, pero su gran objetivo era que todos los hombres y las mujeres-blancos, negros, ricos o pobres- pudiesen vivir juntos, caminar mano en la mano y trabajar el uno junto al otro, aceptando siempre la dignidad del otro. Él no ha jamás guardado rencor o venganza por sus opresores blancos. Él perdonó en manera incondicional y es por esto que supo dar a Sudáfrica la esperanza de un futuro mejor".

Para Lenin Raghuvaanshi, conocido activista para los derechos humanos y director del People´s Vigilance Committee on Human Rights (Pvchr), Mandela es "un símbolo de esperanza, honor y dignidad humana para las personas más emarginadas, que sufren discriminación en base a su propia raza, casta, religión y por su género". "Para nosotros del Pvchr- subraya a AsiaNews- la herencia que nos deja es un camino que hay que continuar, para llevar la unidad entre las diversas comunidades, combatiendo el sistema de las castas, las violencias de matriz religiosa, reconciliándose con la justicia".

Sajan George, presidente del Global Council of Indian Christians (Gcic), dice a AsiaNews que: "Mandela no hecho sólo la historia sudafricana, sino que ha cambiado el rostro de la historia mundial. Los años pasados en la cárcel y el modo en que pacientemente ha esperado para llegar a su finalidad, son una imagen clara de fuerza para todas las personas que en India son explotadas".