Estambul (AsiaNews)- Pedido a los jefes espirituales y políticos por la familia cristiana y denuncia de la constante persecución a los cristianos en el mensaje natalicio del Patriarca ecuménico Bartolomé I.
La noche de Navidad en Belén, evocó el Patriarca, marca el momento en el cual "Nuestro Señor que siempre ha existido, el Señor sin principio ni fin, inmaterial e imperceptible entró en silencio, simplicidad, pobreza y como un desconocido en el drama de la historia". Con su encarnación santificó la existencia humana indicándonos la vía de salida de las dificultades humanas, honrando al mismo tiempo la maternidad espiritual y material.
Pero al mismo tiempo, prosigue Bartolomé: "Nuestro Señor exaltó y definió el rol de la unión entre el hombre y la mujer", por ende la familia cristiana, que "constituye la célula de la vida y la cuna para el correcto y justo crecimiento de los hijos". Y estamos convencidos, continúa el mensaje, que "no sólo los jefes espirituales y los pastores de la grey humana, sino también los potentes de este mundo conozcan y ayuden a esta divina verdad y realidad" Porque es "nuestro deber el hacer conocer y sostener esta unión familiar fuente del justo, sano crecimiento y desarrollo de nuestra sociedad martirizada".
"Desde hace 2013 años - exclamó Bartolomé- Nuestro Señor viene asesinado todos los días, en la persona de miles de embriones que los propios padres matan. Y es desde hace 2013 años que Nuestro Señor viene escarnecido en los muchacho que viven en la miseria y en la crisis de la familia". Es desde hace 2013 años que "el Encarnado, Nuestro Creador es perseguido por los Herodes contemporáneos en las personas débiles y de los cristianos en Siria.
Es desde hace 2013 años que "Cristo escapa siempre con los prófugos, no sólo a Egipto sino también en el Líbano, Europa, África y América" Es de 2013 años que "el Niño Jesús permanece encarcelado junto a los obispos Pavlos y Ihoannis, también con otros monjes cristianos, como hace 2013 años, concluyó el patriarca ecuménico: "Cristo es crucificado en las personas que rechazan la renuncia a su fe cristiana.
Después de la misa de navidad, Bartolomé recibió a los jóvenes cristianos de Constantinopla, hablando entre otras cosas, exaltó la obra de "su hermano el Papa Francisco".