Papa a Neocatecumenales: comunión, respeto mutuo y amor, "los ingredientes básicos" de la misión
Recibiendo a 10 mil miembros, Francisco elogia la labor del movimiento en la evangelización y empuja a sus miembros a "llevar el Evangelio de Cristo, incluso a los ambientes más descristianizados, sobre todo en las periferias existenciales". Con algunas recomendaciones simples: salvaguardar la unidad de la Iglesia, respetar las culturas locales, poner el amor mutuo en primer lugar.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - La comunión eclesial como "elemento indispensable", el respeto por las culturas extranjeras en las cuales se debe operar y el amor mutuo, incluso para aquellos que "eligen otras vías de vida cristiana". Estos son los elementos básicos de la misión, "simples recomendaciones" que el Papa Francisco quiso destacar hoy, durante la audiencia a la comunidad del Camino Neocatecumenal.

En el primer encuentro entre el Papa y la experiencia del Camino, que se celebró en el Aula Pablo VI, asistieron unas 10 mil personas. También estuvieron presentes las 414 familias que Francisco enviará una misión: entre estos, 174 serán parte de las 40 nuevas missio ad gentes, que se añadirán alas 52 ya existentes. A la audiencia también asistieron 900 niños de todas las familias presentes y cerca de 100 familias que ya se encuentran en una misión en diferentes partes del mundo.

Durante el encuentro, el Papa ha querido "agradecer al Señor por la alegría de vuestra fe y de vuestro celo por el testimonio cristiano. Un saludo lleno de afecto con los niños, que están presentes en gran número. Mi pensamiento se dirige de manera especial a las familias, que viajarán a diferentes partes del mundo para anunciar y testimoniar el Evangelio. La Iglesia está agradecida por su generosidad". Y "en nombre de la Iglesia, nuestra Madre", el Papa "propone algunas recomendaciones simples" a los presentes.

La primera es la de "tener el máximo cuidado para construir y mantener la comunión dentro de la Iglesia particular en la que se va a trabajar. El Camino tiene su propio carisma, su propia dinámica, un regalo que como todos los dones del Espíritu tiene un profunda dimensión eclesial, que significa ponerse a escuchar la vida de la Iglesia en la cual vuestros responsables os han enviado, para aumentar la riqueza, sufrir de debilidad si es necesario, y para caminar juntos como un solo rebaño bajo la guía de los pastores de las Iglesias locales". La comunión, subraya Francisco "es esencial: a veces puede ser mejor no vivir en todos los detalles de lo que vuestra ruta requeriría, con el fin de garantizar la unidad entre los hermanos que componen la comunidad eclesial única, de la cual siempre debes sentirte parte".

La segunda indicación es acerca de estar "siempre precedidos por el Señor, incluso en los lugares más remotos, incluso en las más diversas culturas, donde quiera que Dios siembra la semilla de su Palabra. De ahí la necesidad de prestar especial atención al contexto cultural en el que vuestras familias trabajarán: a menudo es un entorno muy diferente de aquel del cual se proviene. Muchos de vosotros hacen el esfuerzo de aprender el idioma local, a veces difícil, y este esfuerzo es encomiable. Mucho más importante es su compromiso de " aprender" la cultura que se encuentra, sabiendo reconocer la necesidad de que el Evangelio esté presente en todas partes, pero también que la acción del Espíritu Santo se ha hecho vida e historia de todos los pueblos".

Por último, el Papa anima a los presentes a cuidarse con amor unos con otros, especialmente a los más vulnerables: "El Camino Neocatecumenal, como un viaje de descubrimiento del propio bautismo es un camino difícil, a lo largo de la cual un hermano o hermana puede encontrar dificultades inesperadas. En estos casos, el ejercicio de la paciencia y la misericordia de la comunidad es un signo de madurez en la fe. La libertad de cada individuo no debe ser forzada, y se debe también respetar la eventual elección de los que deciden buscar, fuera del camino, otras formas de vida cristiana que lo ayuden a crecer en respuesta a la llamada del Señor".

En conclusión, Francisco anima a los presentes "para llevar a cualquier lugar, incluso a los ambientes más descristianizados, sobre todo en las periferias existenciales, el Evangelio de Jesucristo. Evangelizar con amor, llevar a todos el amor de Dios. Decir a todos los que encuentres en las calles vuestra misión que Dios ama al hombre tal como es, aun con sus limitaciones, con sus errores, con sus pecados. Sé mensajeros y testigos de la infinita bondad del Padre y de la misericordia inagotable. Os encomiendo a la Virgen María, de manera que siempre os inspire y sostenga en vuestro apostolado. En la escuela  'de esta tierna Madre seáis  misioneros celosos y alegres".