Campesinas, migrantes y trabajadoras: los derechos negados a las mujeres en Sri Lanka
de Melani Manel Perera
El colectivo femenino Mothers and Daughters of Lanka (Mdl) denuncia la discriminación, social, económica y política que sufren las trabajadoras. Las mujeres representan una importante fuente de ingresos, pero el gobierno no reconoce la igualdad de derechos.

Colombo (AsiaNews) - Las mujeres migrantes, agricultoras que participan en las plantaciones de té, trabajadoras: en Sri Lanka cada una de ellos "sufren discriminación en la vida económica, política y social, a pesar de contribuir activamente al desarrollo de la nación". La denuncia proviene del colectivo femenino Mothers and Daughters of Lanka (Mdl), que reúne a mujeres de diferentes orígenes sociales. "¿Cómo puede un país ser llamado la nueva "maravilla de Asia' - afirma a AsiaNews algunos representantes del Mdl -cuando no protege los derechos, la dignidad y la igualdad de las mujeres".


Entre estas mujeres, las mujeres migrantes son los que más sufren abuso. "La única razón por la que deciden emigrar como trabajadoras domésticas - afirma a AsiaNews Escolástica Silva - es que ellas no pueden llegar a fin de mes Hace años fue porque la economía estaba en crisis, pero nada ha cambiado". Ordinariamente las áreas de las que migran la mayoría de mujeres de Sri Lanka son Kurunegala, Kandy y Colombo.

"Todos los años - prosigue -. Estas trabajadoras contribuyen a la economía nacional, con 3.000.000 dólares. Son la segunda fuente de ingresos en el país. A cambio, no reciben ayuda del gobierno, a pesar de mucha evidencia de abuso que encuentran en el lugar de trabajo. Al menos el 98 % de ellas regresó a Sri Lanka con heridas graves, incapacidad física o psicológica. Otras vuelven en un ataúd". Este es el caso de Rizana Nafeek, criada joven ejecutada en Arabia Saudí en 2013 - después de seis años en el corredor de la muerte - por un cargo de asesinato nunca probado.

Incluso para las trabajadoras, especialmente las que trabajan en las fábricas textiles, la vida es dura. Padmini Weerasuriya dice a AsiaNews: "De ellos se espera que sean sólo trabajadoras dóciles y baratas. Ni el gobierno ni los empleadores se sienten como para darles un salario justo y sus derechos". Una situación similar en muchos de ella son las que  trabajan en las plantaciones de té, un producto del que Sri Lanka es conocida en todo el mundo". Hay alrededor de 12 mil agricultores que no reciben ninguna contribución - dijo el P. Logeshwari - y de estos el 80 % son mujeres".