Mar chino meridional, obispo de Manila: La actitud Usa empeora la situación
Mons. Broderick Pabillo, auxiliar de la capital, interviene en las disputas territoriales y ataca a los EEUU que se "se mezclan" en la controversia. El prelado desea que se realice un diálogo abierto y claro entre China y Filipinas, para llegar a un acuerdo que descarte el uso de la violencia. Mientras tanto también Indonesia refuerza los aparatos militares en clave anti china.

Manila (AsiaNews/Cbcp)- Las disputas territoriales entre Manila y Beijing en el Mar Chino meridional pueden solucionarse a través de un diálogo abierto y claro entre las partes involucradas, no mediante una intervención directa de potencias extranjeras como los EEUU. Es cuánto afirmó el obispo auxiliar de Manila, mons. Broderick Pabillo, según el cual el apoyo de Washington a Filipinas contribuye a "empeorar" las contraposiciones entre los dos Países. Y sólo un paciente trabajo diplomático, agrega el prelado, podría resolver en manera definitiva la vieja custión, "siempre que los EEUU no se mezclen".

El prelado intervino al margen de la asamblea pastoral mensual de la arquidócesis de Manila, que se realizó en los días pasados en el Auditorium card. Sin, en la Paco Catholic School en la capital. Para mons. Pabillo la presencia de Washington- aliado de Filipinas en la región Asia-Pacífico- la advierte como una amenaza de China y alimenta la agresividad de Manila, que persiste en manera siempre más fuerte con sus propias exigencias.

Por esto él desea un alejamiento de los EEUU, que facilitaría un acuerdo "entre las dos naciones, sin recurrir a las amenazas o a la violencia". Manila "no debe confiar en la ayuda americana", advierte el prelado, de este modo Beijing "no se sentiría más amenazada". Los dos Países deben al final "estudiar las respectivas reivindicaciones" y "seguir cuánto las leyes internacionales establecen en materia de fronteras", partiendo ante todo de las normas marítimas e involucrando a las otras naciones Asen (la asociación que congrega a los 10 Estados del Sudeste asiático).

Ayuda a aumentar el frente de enfrentamiento fue la decisión del gobierno filipino de presentar una instancia- depositada el 30 de marzo pasado- en el tribunal de la Onu, en el cual explica sus propios derechos y define "ilegal" e "irracional" la llamada "lengua de buey", usada por Beijing para demarcar el territorio. La denuncia se refiere a un dossier de más de 4 mil páginas, que además contiene más de 40 mapas náuticos. Las autoridades de Manila se basan en las directivas trazadas por la Convención Onu sobre los mares (Unclos), según la cual China no puede superar las 200 millas de Zona exclusiva (Eez) e interferir en los propios derechos legítimos. El gobierno chino propone el principio de tratativas bilaterales para resolver el problema y recuerda la propia posición de fuerza y predominio en la región Asia-Pacífico.

Analistas y especialistas en política internacional que el Mar Chino meridional y las tensiones territoriales como uno de los puntos más calientes, en vista de un posible conflicto  de larga escala. Un paso falso de parte de uno de los contendientes, arriesga que se precipite la situación y el margen de movimiento (y error) es muy corto. Mientras tanto, en estos días el gobierno indonesio reforzó su presencia militar, en particular de la aviación, en la zona; a despecho de las desmentidas de rito, según las cuales no se divisa ninguna crisis en el horizonte, Yakarta parece preocupada por las intenciones de Beijing sobre un área de las islas Riau.

En el Mar Chino oriental, China lucha de hace tiempo con Japón por la soberanía sobre las islas Senkaku/Diaoyu; con Filipinas lucha por las Scarborough Shoal. En el Mar Chino meridional Beijing quiere arrogarse la soberanía en las islas Spratly y Paracel, objeto de reivindicación territoriales de los gobiernos de Vietnam, Brunei, Filipinas, Malasia y Taiwan. La hegemonía tiene in carácter estratégico para el comercio y la explotación de petróleo y gas natural del fondo marino, en una zona estratégica por el pasaje de los dos tercios de comercios marítimos mundiales. Las islas, casi deshabitadas, son muy ricas de recursos- petróleo y gas natural- y materias primas. La controversia interesa en distinto modos también a India, Australia y EEUU, con intereses contrapuestos y alianzas entrecruzadas que hacen de la región Asia-Pacífico uno de los puntos más calientes a nivel geo-político.