Vietnam, católicos y comunistas celebran a Juan pablo II, "Ángel de los cristianos"
de Trung Tin
El pontífice polaco es una figura amada y admirada por cristianos y no. Un fiel de Saigón exalta la capacidad de "perdonar y amar" del Papa Wojtyla. Otros subrayan la profunda "humildad". Respeto y admiración también entre los intelectuales ateos. Profesor de Hanói: "mensajero de paz para el mundo entero".

Ho Chi Ming City (AsiaNews)- Miles de católicos vietnamitas han seguido la misa de canonización de dos Papas santos- Juan XXIIII y Juan Pablo II- que se celebró ayer en la plaza de S. Pedro de Roma, delante de una multitud de centenares de millares de fieles. Y en los días que precedieron el evento, en muchas zonas del País (en particular en Ho Chi Ming City, en el sur, tradicional cuna del cristianismo en el país asiático) se realizaron funciones y encuentros de oración. En particular el sábado 26 de abril más de 1400 personas de caritas de Saigón se reunieron para rendir homenaje a su segundo patrono, el Papa Wojtyla, participando a una misa solemne en agradecimiento en la iglesia parroquial de Dong Tién. Durante la misa se ilustraron las virtudes y los testimonios de San Juan Pablo II, elevado al honor de los alteres junto al Papa Roncalli.

"A través de este encuentro", cuenta a AsiaNews el señor Louis: "aprendí mucho más de la vida de S. Juan Pablo II, que sabía amar a todos". Y también en las circunstancias más difíciles, agrega: "siempre supo perdonar y amar". "Ha visitado muchas naciones, sin jamás cansarse".

Otro fiel del grupo Caritas, el señor Joseph, agrega que aprendió mucho de las "virtudes de S. Juan Pablo II: hacer la caritativa a todos, amar a Dios y al prójimo". Afirma él que no teme perder "los bienes del mundo y el prestigio social, en cambio de una mentira", porque "siguiendo la Palabra de Dios, Jesús y el Espíritu Santo me siento protegido". Para lean Baptiste lo que más emerge es la profunda "humildad" del Papa polaco, el más alto representante de la Iglesia católica "en pedir perdón a los hermanos (mayores, los hebreos) de Medio Oriente".

La devoción y la admiración por S. Juan Pablo II conquistó también a los no católicos, como lo atestigua el prof. Tran Xuan Ngoc, docente de estricta observancia comunista en la Universidad estatal de Hanói, que en su página de Facebook escribió: "Una personalidad que pertenece al mundo, un mensajero de paz, y Ángel de los cristianos". Kaing Khemara, docente perteneciente a las minorías étnicas, describe al Pontífice polaco como el propio "ídolo" que ha hecho muchas cosas buenas por el  mundo". Mr Truong Duc Hai, originario de la provincia de Nam Donh y trasferido a Ho Chi Ming City por trabajo, precisa que no es católico, pero subraya que "todos lo aman y lo quieren mucho".

Durante la misa, el nuevo arzobispo de Saigón, mons. Paul Búi Van Doc distribuyó 548 certificados de inscripción a las varias caritas presentes en las varias parroquias que han completado el curso de formación y ahora están habilitados para obrar en el territorio en las varias actividades  caritativas. Al finalizar la función, los fieles han entonado una canción, escrita y dedicada a S. Juan Pablo II, llamad "Los signos de tu pasada".

Centenares de millares de fieles, 122 delegaciones de todo el mundo, dos billones de personas conectadas vía televisión y radio han asistido a la canonización de Juan XXIII y Juan Pablo II. Entre los concelebrantes, estaba Benedicto XVI, saludado y abrazado con efusión por el Papa Francisco antes de la ceremonia y a la conclusión. En el curso de la homilía Bergoglio habló de sus predecesores describiéndolos como "sacerdotes, obispos y papas del S. XX. Que han conocido las tragedias, pero no fueron aplastados. Más fuerte en ellos, era Dios.