Casas destruidas, agua envenenada, ostracismo: la odisea de los cristianos en Orissa
de Nirmala Carvalho
Sajan George, presidente del Global Council of Indian Christians (Gcic), denuncia a AsiaNews las condiciones en la cual se encuentran algunas comunidades de los poblados más remotos del Estado hindú. Algunos de ellos fueron ya víctimas de sangrientos progromos anti-cristianos en el año 2002, cometidos por los fundamentalistas hindúes.

Mumbai (AsiaNews)- Casas destruidas después de apenas ser reconstruidas; enteras familias expulsadas de sus propios pueblos, obligadas a renunciar al agua, propiedades y otros viene esenciales. Es el infierno cotidiano vivido por algunas comunidades cristianas en Orissa, Estado que en 2008 ha testimoniado el peor pogrom anticristiano de la historia de la India. Quien lanzó la alarma a AsiaNews fue Sajan George, del Global Council of Indian Christians (Gcic), que una vez más condena "las intimidaciones y las persecuciones sufridas por los cristianos, agravadas por la complicidad de la policía y los administradores locales". 

Uno de los últimos episodios sucedió la semana antes de la Pascua, en el pueblo de Budruka. El cristiano Praful Digal había ya tenido su casa destruida durante las violencias del 2008. Después, con la indemnización del gobierno pudo reconstruir su habitación: pero un grupo de extremistas hindúes una noche le dieron fuego al edificio, demoliéndolo. El hombre y su familia denunciaron el hecho y la policía arrestó a Sudershan Mallick, Pabritra Mallick y Mallik Nageswar en relación con el hecho. Sin embargo el 25 de abril todos los 3 fueron liberados.

Es una verdadera y propia odisea la vivida por 3 familias dalit cristianas- Manasida Barla, Masid das Lugun, Lodha Barla y sus 16 familiares- del remoto pueblo de Kalchipudadihi (distrito de Deqqarh). La zona está poblada sobre todo por tribales y sufre una fierte influencia de los grupos naxalitas (maoístas).

En nombre de la religión, las 100 familias hindúes del pueblo han expulsado a los cristianos, obligándolos a renunciar a toda clase de bienes de base de los cuales disponían "porque fieles y discípulos de Cristo". Han tirado la basura y otras inmundicias al pozo del agua así no podrían usarlo, les prohibieron hablar o mezclarse con los otros habitantes, de participar en los programas o iniciativas de la comunidad.

"Además de otras formas de tortura- explica a AsiaNews, Sajan George- algunos fundamentalistas hindúes han amenazado de sacarlos delas listas de las asignaciones de los terrenos estatales, de robarles las tierras que son ya propiedad de ellos, de destruir sus casas. Ahora se acerca la estación caliente, que puede llegar a temperaturas superiores a los 44,5 grados: estas familias ¿cómo harán para sobrevivir sin agua?".