Bangkog (AsiaNews)- Evento especialísimo para la pequeña Iglesia tailandesa (400 mil católicos, sobre una población de 65 millones de habitantes): el pasado 11 de mayo, a las 18.45, junto al palacio real de Hua Hin, en la provincia de Praciuapsirikhan, a pocas horas de viaje al sur de Bagkok, los obispos de la 10 diócesis de Tailandia fueron recibidos por el rey Bhumibol Adulyadej.
La ocasión para el encuentro entre los representantes de la Iglesia católica en Tailandia y el rey, fue la entrega de las reliquias de los santos Papas Juan XXIII y Juan Pablo II hace poco canonizados por el Papa Francisco. Las reliquias estaban cerradas en dos ampolletas, una contenía un pedacito de piel de S. Juan XXIII, y en la otra un tubito con sangre de Juan Pablo II.
El rey de Tailandia, 87 años y reina desde el lejano 1950, emérito representante del budismo, conoció a ambos Papas. El encuentro con Juan XXIII fue en el Vaticano, en el año 1960, durante la visita del rey y de la reina a Europa. El encuentro con Juan Pablo II fue en cambio en Tailandia, exactamente hace 30 años, en mayo de 1984, evento que permanece como un hermoso recuerdo a todos los católicos tailandeses que los vivieron. En ese tiempo el Papa Juan Pablo II fue la "tierra de la sonrisa" como huésped de los monarcas.
Los obispos de la Conferencia episcopal tailandesa, guiados por Card. Michael Michai Kitbunchu, obispo emérito de Bangkok, han presentado las reliquias y han rezado por la buena salud del rey y de la reina, agregándoles una bendición.