China. Extremistas islámicos de Turquestán reivindican el atentado de Urumqi
Un video muestra la preparación de una de las bombas artesanales usadas durante el ataque que provocó 3 víctimas y 79 heridos. Los autores serían todos miembros del Partido islámico de Turquestán, que pide la independencia de Xinjiang de China. El gobierno: "Quieren destruirnos pero reaccionaremos".

Beijing (AsiaNews)- El Partido islámico de Turquestán (Pit) reivindicó esta mañana la paternidad del ataque terrorista realizado el 1 de mayo pasado en la estación ferroviaria de Urumqi, capital de la provincia de Xinjiang. En el atentado murieron 3 personas-dos atentadores y un civil- y quedaron heridas 79 personas. La reivindicación fue anunciada por SITE- sito que marca y controla los movimientos islámicos en el mundo- según el cual el Pit publicó un video de 10 minutos en el cual muestra como construyeron una de las bombas artesanales usadas durante el ataque.

Junto al East Turkestan Islamic Movement, el Pit declara que "reúne" en su organización a todos aquellos que quieren la independencia de Beijing y la plena libertad religiosa "a toda costa". Hasta hoy, ambos movimientos extremistas han tenido un perfil más bien bajo, evitando reivindicaciones públicas o declaraciones a favor del enfrentamiento armado.

La región de Xinjiang es una de las más turbulentas de toda China: aquí vive la etnia uighura, unos 9 millones de personas turcófonas y e religión islámica, que siempre trató de obtener la independencia de Beijing. El gobierno central, por su parte, envió a la zona centenares de miles de chinos de etnia han para que sean la etnia dominante. Además impone una serie de restricciones a la libertad religiosa, a la práctica musulmana, a la enseñanza de la lengua y de la cultura local.

Desde 2009 está en acto en la región un régimen de control de parte de la policía y del ejército chino, impuesto por Beijing después de los enfrentamientos en los cuales murieron 200 personas. Después de estas violencias se aplicaron centenares de condenas a penas de prisión y decenas de condenas a muerte. Las autoridades chinas sostienen que los responsables de las violencias sean extremistas musulmanes, pero los exilados sostienen que Beijing "exagera" la amenaza de terrorismo islámico para justificar la represión contra la población uighura.

En los últimos meses, sin embargo, se intensificaron los ataques violentos que Beijing atribuye a la etnia. El pasado 1 de marzo, un ataque contra la estación ferroviaria de Kunming, efectuado por hombres armados de cuchillos han provocado 29 muertos y más de 1150 heridos; el 28 de octubre 2013, la explosión de un automóvil en la plaza de Tiananmen provocó 3 muertos. Por último el 1 de mayo pasado un atentado en la estación ferroviaria de Urumqi-capital de Xinjiang. Provocó 3 muertos y 79 heridos. La violencia explotó inmediatamente después de la partida de la zona del presidente Xi Jinping.

Hua Chunying, vocero del Ministerio de exteriores, declaró esta mañana que China "debería reforzar" su propia posición sobre los grupos separatistas: "Surgieron en el tiempo algunos núcleos extremistas violentos. Estos son apoyados por grupos extranjeros y llevan adelante ataques violentos en Xinjiang y en otras localidades de China para destruir nuestra política nacional y la estabilidad social. Esperemos que todo el mundo reconozca su violencia y apoye al gobierno chino en su lucha contra el terrorismo.