Dajeon (AsiaNews)- Para celebrar dignamente la Jornada de los docentes y de los estudiantes, un grupo de alumnos del liceo superior de Danwon (distrito de Ansan) se reunió delante de la tumba de Agostino Nam Yoon-chul,uno de los heroes del Sewol que decidió permanecer en el ferry para salvar el mayor número posible de estudiantes, en vez de ponerse a salvo. Después de haber cumplido este acto de heroísmo el maestro de 35 años murió en el naufragio: "Su vida-dice un joven en lágrimas- fue un gran testimonio de Cristo. Fue un gran y verdadero maestro y un verdadero fiel. Un católico excepcional".
La Jornada es muy sentida en toda la península. Hasta en Corea del Norte, estudiantes y docentes se encuentran para recordar los momentos psados juntos: los jóvenes van a visitar a sus ex tutores y le llevan una flor, que se coloca el ojal de la chaqueta. Entre quienes recibieron este honor ayer fue la mamá de Agostino Nam: los jóvenes y los familiares han cantado juntos "Gracias Maestro", canción típica que resale a los primeros años del S. XIX.
Han Ji-wong, uno de los estudiantes, dijo a la madre de Agostino Nam. "Después de haberlo conocido, mi vida cambió. No fui nunca muy buen alumno, pero él me ayudó y medio coraje y esperanza para el futuro". Otro que estaba con él a bordo del ferry dijo: "Cuando el agua había llegado a la cintura, él entró y me dio su salvavidas. Luego el mar lo tragó y no logré volverlo a ver"
Después de esta conmovedora ceremonia, la madre dijo a los presentes: "Siempre dije que mi hijo que no tenía que ser enseñante sólo de conocimientos, sino también un verdadero maestro que pudiese cambiar la vida a quien entra en su clase. Para salvar a los estudiantes mi hijo murió, pero ha cambiado sus vidas".
Ahora los amigos de Agostino Nam- que han estudiado con él en la misma universidad-decidieron construir una torre para recordarlo. Y el intendente de Danwon decidió proponer al gobierno su nombre para que sea proclamado "Justo de Corea del Sur". Los periódicos coreanos, escribiendo sobre esta historia, todos han subrayado que Agostino era un fiel católico y "un verdadero maestro que eligió salvar la vida de los otros".