Bangkok: para las autoridades los inmigrantes ilegales "son una amenaza". Camboyanos huyen del país
Más de 100 mil inmigrantes han llegado a la frontera para regresar a casa. El régimen militar de Tailandia ha amenazado con arrestar y deportar a todos los trabajadores ilegales. El portavoz del ejército, Sirichan Ngathong: "Los consideramos como tal, ya que son demasiados y no hay medidas claras para su gestión, esto podría dar lugar a problemas sociales"

Bangkok (AsiaNews / Agencias) - Más de 110 mil camboyanos huyen de Tailandia para regresar a su casa, por temor a una ofensiva contra los trabajadores migrantes tras el golpe militar del mes pasado. Muchos de ellos son transportados a la frontera por el ejército tailandés.

Los trabajadores de Camboya, Laos y Myanmar juegan un papel clave en Tailandia, especialmente en la agricultura y en la industria de la construcción, pero a menudo carecen de los permisos de trabajo oficiales. El miércoles, el régimen militar tailandés, ha amenazado con arrestar y deportar a todos los trabajadores ilegales.

Kor Sam Saroeut, gobernador de la provincia noroccidental de Banteay Meanchey, donde está el principal paso fronterizo Camboya-Tailandia dice: "Están volviendo en masa, nunca se ha registrado en nuestra historia un fenómeno de vuelta a casa como este. Cuando las autoridades van a revisar sus casas, no huyen: prefieren la deportación al arresto o la muerte. La mayoría de ellos fueron a trabajar a Tailandia sin un permiso de trabajo".

El éxodo masivo se produce después que el miércoles el portavoz del ejército Miércoles Sirichan Ngathong dijo la junta militar ve a trabajadores ilegales como una amenaza: "Nosotros los consideramos como tal, ya que son demasiados y no hay medidas claras para su gestión, esto podría conducir a problemas sociales".

Según el gobernador camboyano las autoridades tailandesas han organizado cerca de 300 automóviles y camiones militares para el transporte de los trabajadores desde el puesto de control fronterizo Aranyaprathet-Poipet a sus hogares.

Chea Thea, trabajador de la construcción, habla de estar de vuelta en Camboya hace dos días en un convoy de 20 vehículos organizados por las autoridades tailandesas, y que decidió abandonar el país después de ver que un gran número de sus compatriotas ya se habían ido.

Los funcionarios militares tailandesas no han hecho ningún comentario. El viernes un portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores ha rechazado las acusaciones de una posible deportación de inmigrantes camboyanos.

Soum Chankea, un coordinador de un grupo por los derechos de los camboyanos afirma haber encontrado muchos trabajadores en la frontera, y que el número de migrantes que regresan a su país crece cada día. "Continuamente llegan más y más personas. Miles de personas más han llegado a Poipet (paso de frontera) esta mañana."

El ejército ha lanzado la idea de la creación de zonas económicas especiales en las zonas fronterizas para gestionar mejor el movimiento de los trabajadores migrantes, aunque los detalles del plan siguen siendo vagos hasta el momento.

Sam Rainsy, líder de la oposición camboyana, el viernes se dirigió al jefe del Ejército tailandés Prayuth Chan-o-Cha para pedir que los migrantes sean "tratados de acuerdo con las normas internacionales de derechos humanos."