Papa: No se adapten al mundo, sino a Cristo y a seguirlo tras su huella
En el Angelus el Papa Francisco pone en guardia por el devenir "mundanos y por "la sal insípida". "Los cristianos al agua de rosas" son como el vino con agua: "no es ni vino ni agua". Leer el Evangelio todos los días. El evangelio, la eucaristía, la oración nos ayudan a conservar la novedad de Jesús. Mañana es la Jornada por la custodia de lo creado.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- El cristiano debe adaptarse "no al mundo, sino a Cristo, y seguirlo tras su huella": es cuánto subrayó el Papa Francisco  hoy antes del Ángelus, recitado con los peregrinos reunidos en la plaza de S. Pedro. Él recordó que: "nosotros, los cristianos vivimos en el mundo", pero "esto comporta también el riesgo que nos convirtamos en "mundanos", que "la sal pierda su sabor", como diría Jesús (Cfr. Mt. 5,13), o sea que el cristiano se " haga agua", pierda la carga de novedad que le viene del Señor y del Espíritu Santo".

"Es triste- dijo improvisando- encontrar cristianos aguados, que se parecen al vino alargado y no se sabe si son cristianos o vino aguado. Como el vino aguado que no se sabe si es vino o agua. "Si la sal se vuelve insípida- agregó- no sirve más para nada... La sal de ellos perdió su sabor y se convirtieron en mundanos..."

La ocasión la tomo del evangelio de hoy (Mt. 16,21-27) en el cual anuncia Jesús que deberá sufrir mucho ser muerto y resucitar al tercer día. "Es un momento crítico - explica el Papa - en el cual surge el contraste entre el mundo y el pensar de Jesús y el de los discípulos. Pedro además, siente el deber de reprochar al Maestro, porque no puede atribuir al Mesías un fin tan innoble. Entonces Jesús, a su vez, reprocha duramente a Pedro, lo pone "en línea", porque no piensa "según Dios, sino según los hombres" (v. 23) y sin darse cuenta hace la parte de satanás, el tentador".

"Sobre este punto - explicó - insiste, en la liturgia de este domingo, también el apóstol Pablo, el cual escribiendo a los cristianos de Roma, les dice: "No se adapten a este mundo, sino déjense transformar renovando el modo de pensar de ustedes, para poder discernir la voluntad de Dios (Rm.12,2)".

Lo contrario, el volverse agua es "cuando en los cristianos permanece viva la fuerza del Evangelio, esta puede transformar "los criterios de juicio, los valores determinantes, los puntos de interés, las líneas de pensamiento, las fuentes inspiradoras y los modelos de vida (Pablo Vi, Exhortación apostólica "Evangelii nuntiandi", 19)

"Por lo tanto -continuó- es necesario renovarse continuamente, tomar la linfa del Evangelio. ¿Y, cómo se puede poner esto en práctica? Ante todo, justamente leyendo y meditando el Evangelio cada día, de modo que la palabra de Jesús esté siempre presente en nuestra vida".

Y aquí, el Papa Francisco mencionó un consejo que ya otras veces ha comentado: "Recuérdense siempre llevar consigo un pequeño Evangelio y leer cada día, una página... Llevemos la Palabra de Dios".

Para tener viva la renovación, además de meditar la palabra de Dios, es importante participar "a la Misa dominical, donde encontramos al Señor en la comunidad, escuchamos su Palabra y recibimos la Eucaristía que no une a Él y entre nosotros; y luego son muy importantes para la renovación espiritual las jornadas de retiro y de ejercicios espirituales. Evangelio, Eucaristía, oración: gracias a estos dones del Señor, podremos no adaptarnos al mundo, sino a Cristo, y seguirlo en su camino, el camino "de perder la propia vida" para reencontrarla (v. 25). "Perderla" en el sentido de donarla, ofrecerla por amor y en el amor- y esto comporta el sacrificio, la cruz- para recibirla nuevamente purificada, liberada del egoísmo y de la hipoteca de la muerte, llena de eternidad".

"La Virgen María - concluyó - nos precede siempre en este camino; dejémonos guiar y acompañar por Ella".

Después del Ángelus, Francisco recordó que mañana, promovida por la Conferencia episcopal italiana, se celebra la Jornada para la custodia de lo creado. "El tema de este año- comentó el pontífice- es muy importante. "Educar en la custodia de los creado, por la salud de nuestros países y de nuestras ciudades". Deseo que se refuerce el compromiso de todos, instituciones, asociaciones y ciudadanos, para que sea salvaguardada la vida y la salud de las personas, también respetando el ambiente y la naturaleza".