Doha (AsiaNews)- Dos activistas nepaleses, comprometidos en la lucha contra la explotación de los trabajadores, han desaparecido en Qatar. Ambos eran residentes en Gran Bretaña y trabajaban para el Global Network for Rights and Devolopment (Gnrd), organización noruega para los derechos humanos. Estaban en el país del Golfo para investigar sobre la situación de los emigrantes que trabajan en la construcción de las infraestructuras para la copa del Mundo de fútbol que se realizará en Qatar en el año 2022. El último contacto con ellos resale al pasado 31 de agosto, cuando uno de los dos envió un sms diciendo que eran seguidos por la policía.
Krishna Upadhyaya (52 años) y Gundev Ghimire (36) llegaron a Doha para hacer algunas entrevistas y recoger testimonios de los trabajadores nepaleses en Qatar. En una encuesta aparecida en los medios internacionales en agosto de 2013, ese país era definido como el peor lugar al cual un nepalés pudiese emigrar para buscar trabajo. Entre el 4 de junio y el 8 de agosto de ese año, al menos 44 trabajadores habían muerto por problemas de corazón o accidentes en el ámbito de trabajo. Y esta tendencia sigue empeorando desde cuando la Fifa decidió asignar a Doha los Mundiales. Según algunas fuentes los emigrantes son tratados "como esclavos", ganan 50 centésimos de euro por día y no tienen ninguna tutela sindical ni asistencia sanitaria.
Evgenia Kondrakhina, director ejecutivo de la Ong, confirma que perdió todo contacto con los dos enviados: "Krishna envió 2 mensajes, el primero a un amigo y el segundo a mí. El que yo recibí decía: "Nos sigue la policía. Parece que nos crearán muchos problemas". El día de la desaparición, estaban tratando de dejar el país en un vuelo que ya habían reservado, pero en el cual no embarcaron".
La misión diplomática nepalés en Qatar explicó que "estaban en contacto" con las autoridades locales; según la embajada británica, ambos había pagado la cuenta en el hotel, pero jamás llegaron al aeropuerto. Diversas organizaciones internacionales para los derechos humanos y algunas autoridades de la Unión Europea han pedido al gobierno del Golfo de "dar alguna explicación", pero hasta ahora no han obtenido ninguna respuesta.