Mumbai (AsiaNews)- Quedé profundamente turbado y entristecido cuando los jueces decidieron confirmar la condena a muerte de Asia Bibi, una pobre mujer cristiana. Todos deben poder seguir siempre la propia religión. Condeno en el modo más absoluto esta sentencia, ´porque desde mi punto de vista va contra la dignidad humana y contra todas las leyes, no sólo las internacionales. Es una violación de los derechos humanos.
Es mi profunda convicción que estas leyes son si esperanza y contrarias al espíritu humano, porque revelan un mentalidad medieval y obsoleta. Es un abuso de poder y de autoridad conminar similares sentencias, porque estas decisiones son siempre abiertas a errores de interpretación y desviaciones en varios niveles.
Para Paquistán, siendo una nación de mayoría musulmana, donde los cristianos y los fieles de otras religiones son una minúscula minoría, y es todavía más urgente modificar las leyes sobre la blasfemia. El gobierno debería tener mucha atención en el aplicar estos procedimientos y la comunidad internacional debería considerar responsables a las autoridades paquistaníes. Islamabad no puede negar su propia responsabilidad en esta condena a muerte y debe cambiar inmediatamente la sentencia contra Asia Bibi, una cristiana inocente.
Espero que las autoridades y los órganos internacionales obliguen al gobierno de Paquistán a retirar esta pena, así también como las draconianas leyes sobre la blasfemia, que traicionan una mentalidad contraria a la actual afirmación de los derechos humanos.
El próximo 19 de octubre la Iglesia universal celebrará la jornada misionera, que trata de promover a Jesús y a sus valores. La misión de cristo fue la de impartir la plenitud de la vida en todas sus formas de libertad concedidas a todo ser humano. Por esto tal sentencia de pena capital, basada en la dudosa aplicación de las leyes sobre la blasfemia, es contraria a la visión y a la misión de Jesucristo.
Obispo de Pune
(colaboró Nirmala Carvalho)