Bagdad (AsiaNews / Agencias) - Todavía no está claro el destino del líder del
Estado Islámico, Abu Bakr al-Baghdadi. De acuerdo con algunas declaraciones resultó
herido en un ataque aéreo de hace dos días, pero otros dicen que está vivo y
sin daño alguno. Incluso entre los aliados islamistas hay posiciones
discordantes.
Al-Baghdadi, un militante iraquí de Samarra en 40 años, transformó una rama
local de Al Qaeda en un ejército internacional, llegando a ser tal vez la
figura más importante en la comunidad yihadista en todo el mundo. El 13 de
junio, después de ganar la llanura de Nínive, la gran mezquita de Mosul, se
declaró "Califa", exigiendo la obediencia y la guerra santa a todos
los musulmanes en el mundo.
Una fuente anónima del Ministerio del Interior iraquí dijo que al-Baghdadi fue
herido mientras estaba en una reunión con sus compañeros en la ciudad de Qaim, en
la provincia de Anbar, a 460 kilómetros de Mosul. Un militar iraquí dice en
cambio que el líder del Estado Islámico (EI) fue herido cerca de Mosul. Ambos citaron
fuentes cercanas a al-Baghdadi, y afirman que un estrecho colaborador del "Califa",
Abdur Rahman al-Athay, también conocido como Abu Sajar, fue muerto en el bombardeo.
Por su parte, el Pentágono dice que no tiene información precisa y suficiente para
confirmar o negar el que al-Baghdadi haya sido herido.
Incluso en el Twitter de la galaxia fundamentalista, están aquellos - atribuidos
al portavoz del EI, Mohammed al-Adnani - que auguran "pronta
recuperación" para al-Baghdadi afirmando que "el Califato no
terminará con la muerte del califa". Pero otros Twitter denuncian la
noticia del herimiento como una falsificación, común - dicen - de la
inteligencia jordana.
En los canales de televisión, Al-Arabiya dice que al-Baghdadi fue herido; Al-Jazeera
dice en cambio que la noticia es falsa.
Mientras tanto, el presidente estadounidense, Barack Obama, ha dicho que aumentará
en 1.500 elementos las tropas estadounidenses
estacionadas en Irak. No van a tener tareas de combate, sino asesores y prepararán
una "nueva fase" de la lucha contra el EI.
Hasta ahora, en su proclamación de califa de todos los musulmanes en el mundo, al-Baghdadi
ha recibido el apoyo de algunos grupos marginales fundamentalistas. La EI, sin
embargo, se convierte en el punto de referencia para la guerra santa, especialmente
entre los jóvenes, derrocando a al-Qaeda, que ahora se considera demasiado
viejo.