Diálogo de católicos-musulmanes: "jamás es aceptable usar la religión para justificar" las violencias
La declaración conclusiva del Forum católico-musulmán reunido en Roma sobre el tema: "Trabajar juntos para servir a los otros". Necesidad de una educación de los jóvenes enfocada en realizar "el respeto del otro". La importancia del diálogo interreligioso "para superar los prejuicios, distorsiones, sospechas y generalizaciones inapropiadas". El aliento del Papa Francisco.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews)- "Jamás es aceptable usar la religión para justificar" actos de terrorismo, opresión, violencia contra personas inocentes, profanación de lugares sagrados y la destrucción del patrimonio cultural". Es "unánime" y si  equívocos la declaración conclusiva del Forum católico-musulmán que por 3 días  realizó en Roma su tercer seminario sobre el tema: "Trabajar juntos para servir a los otros", que concluyó hoy.

Además de la condena al terrorismo y a la violencia, la declaración final subraya la necesidad de una educación a los jóvenes dirigida a la realización "del respeto del otro", subraya la importancia del diálogo interreligioso "para superar prejuicios, distorsiones, sospechas y generalizaciones inapropiadas", diálogo que debería concretamente "multiplicar las oportunidades de encuentro y de colaboración sobre los proyectos comunes para el bien común". En el documento se subraya además "la importancia vital de servicio y una cooperación recíproca".

Significativos pasos dedicados a la educación. "La formación de los jóvenes, ya sea en la familia, en la escuela, en la universidad, en la iglesia o en la mezquita, es de la máxima importancia para la promoción de una identidad a todo radio, que construye el respeto de los otros. A tal fin, los programas escolásticos y libros de texto deberían responder a una imagen objetiva y respetuosa del otro".

El "fructífero encuentro" vio también el aliento del Papa Francisco, que ayer recibió a los participantes del seminario, invitándolos a continuar en el camino del diálogo.

La delegación católica fue guiada por el card. Jean Louis Tauran, presidente del Pontificio concejo par el diálogo interreligioso, mientras que la musulmana estuvo presidida por el profesor Seyyed Hosein Nasr de la George Washington University, a causa de problemas de salud del coordinador de parte islámica, el príncipe jordano Ghazi bin Muhammad. De la delegación formaron parte exponentes religiosos y estudiosos provenientes de Malasia, Bosnia Erzegovina, Indonesia, Emiratos árabes unidos, Kosovo, Canadá. Argentina e Italia.