Obispos indonesios: El estado registre los matrimonios mixtos, es cuestión de libertad religiosa
de Mathias Hariyadi
La Conferencia episcopal relanza la defensa de los derechos civiles, en particular en tema de uniones mixtas. Musulmanes, hindúes y confucianos contrarios a la revisión de la norma que, de hecho, bloquea el reconocimiento civil de los matrimonios entre esposos de religión diversa. También los vértices de la Consulta reacia al cambio. Para la Iglesia es una batalla que tiene que ver con un "derecho humano inalienable".

Yakarta (AsiaNews)- La Conferencia episcopal indonesia "Kwi) reinicia la batalla en defensa de los derechos civiles, en particular en el sector de los matrimonios mixtos entre fieles de religión diversa, que deben ser siempre reconocidos, garantizados y tutelados. Una posición de ruptura respecto a las leyes del estado del país musulmán más poblado del mundo, en base a la cual una unión civil sigue siempre la celebración de una función religiosa y en esa encuentra su fundamento; porque sólo el manto de la religión rinde efectivo la unión entre dos personas, que "deben" profesar la misma fe. En discusión los principios supremos de la laicidad del Estado y la práctica de las conversiones forzadas, sobre todo hacia el islam. La posición de la Iglesia, en primera fila en la lucha por la libertad religiosa, representa un caso aislado porque también los hindúes y confucianos, como los musulmanes, son contrarios a las uniones mixtas.

La ley que regula los matrimonios es la UU n° 1/Año 1974, Cap. 2 y versículo 1, la cual afirma que "una relación matrimonial tiene valor legal sólo si la ceremonia nupcial se desarrolló según los ritos y las normas pertenecientes a una religión". En los últimos meses, gracias también al trabajo de académicos y estudiosos de 4 Universidades de Derecho en Yakarta, en seno a la Corte constitucional se inició un debate sobre la posibilidad- y la necesidad- de una revisión normativa. La propuesta fue depositada en la Consulta en julio 2014 y vierte sobre 3 aspectos: la imposibilidad de reconocer una unión a nivel civil, si antes no haya la aprobación de una religión (entre las reconocidas por el Estado); el veto a las uniones, si los dos cónyuges provienen de credos distintos; el coma que exhorta a que ambos cónyuges profesen la misma religión.

En septiembre pasado el entonces ministro para los Asuntos religiosos, Lukman Hakim confirmó la validez de las normas en cato y excluyó la necesidad de una revisión constitucional; él agregó que antes de cualquier intervención del legislador, es necesario consultar a los líderes religiosos, en particular a los expertos en leyes islámicas. También el ex presidente de la Corte constitucional cerró las puertas a posibles modificaciones, subrayando que "si una pareja interreligiosa insiste en legalizar su propia unión, que vaya al extranjero".

Interrogados en la materia, los vértices del Concejo indonesio de los Ulemas (Mui) han exhortado a la Corte constitucional a archivar la propuesta, manteniendo el "Status quo". Solicitados por el legislador, también los líderes de las  minorías religiosas han expuesto la respectiva posición, con la sola voz de la Iglesia católica aislada del grupo. Indonesia Hindu Parisada Dharma rechaza la idea de legalizar los matrimonios mixtos, análoga posición del vicepresidente Matakin. El Indinesian Hu Cu´s Association, según el cual "los matrimonios mixtos no son válidos en base a nuestras enseñanzas".

Diversa la opinión de los obispos, reafirmada por el p. Purbo Tantomo, experto en Derecho canónico de la arquidiócesis de Yakarta, según el cual cada unión entre un hombre y una mujer es "un derecho humano inalienable" y vale el principio supremo de la laicidad del Estado; él denuncia además muchas prácticas en las cuales muchas parejas, unidas en la Iglesia en matrimonio misto, son obligadas a convertirse "para obtener el reconocimiento" por parte de la instituciones.