Karachi, 13 talibanes murieron en un tiroteo. Islamabad listo para ejecutar 500 terroristas
Los milicianos muertos en el fuego cruzado pertenecen a Tehreek-e-Taliban Pakistan, autor de la masacre en la escuela militar en Peshawar. Los terroristas llevaban "uniformes de la policía". El gobierno paquistaní anunció cientos de ejecuciones en las próximas semanas. La crítica de la ONU y de activistas pro derechos humanos.

Islamabad (AsiaNews / Agencias) - De 13 "terroristas talibanes" muertos es el balance de un tiroteo con la policía paquistaní que tuvo lugar ayer por la tarde en Karachi, la metrópoli del sur del país; un oficial del departamento de seguridad informa que las víctimas pertenecen al grupo proscrito Tehreek-e-Taliban Pakistan (TTP), autor de la masacre de la semana pasada en la escuela militar de Peshawar, en el que 149 personas murieron, entre ellas 133 niños. Los talibanes muertos en el tiroteo, dijo, llevaban "uniformes de la policía".

Después del tiroteo los agentes se incautaron de armas, chalecos para ataques suicidas, balas y otros tipos de explosivos. La policía también habría detenido a un sospechoso para interrogarlo.

Mientras tanto, el gobierno de Islamabad anunció que ejecutará al menos 500 terroristas, tras la cancelación de la moratoria sobre la pena de muerte para los "casos de terrorismo" tras el ataque en Peshawar; ya seis ejecuciones se han realizado hasta el momento y se esperan otras 55 en los próximos días.

Fuentes del Ejecutivo, tras el anonimato, dijeron que el Ministerio del Interior ha "completado" la revisión de 500 acusados, que ya han completado el proceso de apelación y ahora se consideran definitivamente condenados. La petición de indulto fue rechazada por el presidente y "su ejecución se llevará a cabo en las próximas semanas".

La masacre de la escuela militar en Peshawar, fuertemente condenado por toda la sociedad y por los líderes de la Iglesia Católica de Pakistán, con la dura intervención del obispo de Islamabad y del arzobispo de Karachi, ha sido reivindicada desde el principio por los directivos del TTP. El comando estaba integrado por siete hombres muertos en el ataque. Para evitar nuevos ataques, el gobierno ha asignado agentes y departamentos de seguridad en los sitios más sensibles, como los aeropuertos, edificios gubernamentales y prisiones, en vista de los próximos ahorcamientos.

El primer ministro paquistaní Nawaz Sharif llama para procesos rápidos y la certeza del castigo, mientras que el ejército ha intensificado su ofensiva - comenzado en junio - en el noroeste del país, en zonas bastiones de los militantes talibanes en Waziristán del Norte y en los diversos organismos del Khyber.

La decisión del primer ministro de Pakistán para reintroducir la pena de muerte ha suscitado críticas y preocupaciones de los grupos de activistas y asociaciones pro derechos humanos; incluso las Naciones Unidas ha pedido a Islamabad "reconsidere" la decisión, por temor a una escalada de violencia. Para Human Rights Watch el final de la moratoria es una "vil reacción política" a los asesinatos de Peshawar y no servirá para frenar la deriva extremista.