Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - Al igual que es un "aberración" que se pretenda "matar en nombre de Dios", también está mal que se llegue a ofender a una religión agitando la bandera del derecho a decir lo que se quiere. Es la consideración expresada por el Papa Francisco sobre los acontecimientos de París, durante el encuentro con los periodistas en el vuelo que lo llevó de Sri Lanka a las Filipinas.
A la pregunta de un periodista francés sobre la dramática historia de París, según informa Radio Vaticano, el Papa respondió que los derechos a la libertad de expresión y la libertad de religión "son ambos dos derechos humanos fundamentales". Pero así como es una "aberración" decir que se "mata en nombre de Dios", también está mal que se llegue a ofender a una religión agitando la bandera del derecho a decir lo que se quiere. Sobre este punto, Francisco es inequívoco: sin duda es justo decir que contribuye a la construcción del "bien común", y desde luego no se puede reaccionar de forma violenta a un insulto, sino que incluso "se puede provocar". "No se puede insultar la fe de los demás, no se puede hacer burla de la fe", porque "hay un límite", la de la "dignidad" que cada religión tiene.
A una pregunta posterior sobre posibles ataques contra él y contra el Vaticano, Francisco dijo que temía por encima de todo por la seguridad de las personas que vienen a su encuentro, diciendo en lugar de sí mismo, con una sonrisa, de hacer frente a este peligro con un "buena dosis de inconsciencia". La "mejor manera" para responder a la violencia, subrayó, "es la mansedumbre".
Palabras fuertes sobre el uso creciente de adolescentes y niños en atentados suicidas, también conocidos dramáticamente en el conflicto que ha ensangrentado a Sri Lanka. Francisco dijo que vio, más allá de los problemas psicológicos, un "desequilibrio humano" en los que optan por suicidarse para matar. Un atacante suicida, señaló, es el que "da la vida, pero no la da bien", a diferencia por ejemplo de los muchos misioneros que también dan la vida, "pero para construir". Y luego, poner una bomba en un niño no es más que, para el Papa, que otro manera terrible para hacerlo "esclavo".
Preguntado sobre la posibilidad de involucrar a otras religiones contra el terrorismo, tal vez con una reunión en el estilo de Asís, el Papa dijo que sabía que "hay gente que trabaja para esto" en ambientes de otras religiones, donde serpentea un cierto "malestar" en el resurgimiento del terrorismo.
La próxima encíclica en preparación en temas ambientales fue otro tema en el que el Papa respondió a sabiendas de que el documento debería estar listo para junio, julio. A finales de marzo, continuó, tomara una semana para terminar un texto que ya alcanzó el tercer borrador, después de que el primero fue elaborado por el card. Turkson, una segunda revisión del Papa mismo con la ayuda de expertos y un tercer proyecto elaborado con la contribución de los teólogos. Esta última versión también recibió contribuciones constructivas por parte de la Congregación de la Doctrina de la Fe, la Secretaría de Estado del Vaticano y el teólogo de la Casa Pontificia. Lo que quiere el Papa es que la encíclica lleve una "contribución" a la próxima cumbre en París sobre protección del medio ambiente. El último en Perú, comentó: "Me ha decepcionado" por la "falta de coraje".
En cuanto al viaje actual, en las Filipinas "el mensaje serán los pobres", especialmente el apoyo a las víctimas del tifón Yolanda.
Sobre el escenario de Sri Lanka, Francisco tuvo en primer lugar una explicación del por qué recientemente ha privilegiado - al proclamar nuevos santos - el procedimiento de "canonización equivalente", en el caso de beatas y beatos venerados durante siglos, como ocurrió con el Apóstol de Sri Lanka, Joseph Vaz . En su elección - en cuanto a la beata Ángela de Foligno, Pedro Fabro, Padre de Anchieta y otros - el Papa ha expresado su preferencia, de acuerdo con la visión de "Evangelii Gaudium", "grandes evangelizadores y evangelizadoras". Por lo que será en septiembre, durante su visita apostólica a los Estados Unidos, cuando canonizará a Junípero Serra, que llevó el Evangelio al oeste del país.
Otra explicación, el papa Francisco ha dado acerca de su visita sorpresa a un templo budista, al final del segundo día en Sri Lanka. Fue un intercambio de cortesías con el jefe del templo que había venido a recibirlo en el aeropuerto, pero también un reconocimiento de la interreligiosidad valor, que se manifiesta en modo plástico en el Santuario de Madhu, en Sri Lanka, lugar de encuentro y oración, no sólo de los católicos.
Una evaluación del Papa también ha afectado a su apoyo a las comisiones de la verdad y la reconciliación en el mundo, como el de Sri Lanka. Francisco dijo que había apoyado una en Argentina y apoyará todos los esfuerzos "equilibrados" que "ayuden a ponerse de acuerdo" y no buscar venganza. Citando las palabras del nuevo presidente de Sri Lanka, Francisco dijo que estaba impresionado por la idea del presidente de querer avanzar en el trabajo por la paz y la reconciliación, pero sobre todo como objetivo para "crear armonía entre la gente", que es "más de la paz y la reconciliación". Pero para ello es necesario "llegar al corazón de la gente".