Impeachment y enjuiciada la ex Primer ministro thai Yingluck Shinawatra
Los parlamentarios han votado y decidieron acusarla, con 190 votos a favor sobre 219. La fiscalía además dispuso que se la enjuicie por corrupción y negligencia. La ex Primer ministro incriminada por el sistema de subsidios para la producción de arroz que habría causado un agujero de millardos en las cajas del estado. Para sus seguidores es una movida para eliminarla de la vida política.

Bagkok (AsiaNews/Agencias)- Los parlamentarios thai han votado esta mañana por el impeachmente para la ex Primer ministro Yingluck Shinawatra y la prohibición de 5 años de la vida política activa. El procurador general además confirmó que se iniciará un procedimiento penal a su cargo, por "negligencia" y "corrupción". En la base de tal decisión estaría el rol de la mujer- hermana del ex Primer ministro y multimillonario tah Thaksin, que está exilado para escapar a una condena de 2 años por corrupción- en el esquema de subsidios para la producción de arroz.

Una disposición deseado y aplicado con fuerza por el gobierno guiado por Glingluck, que en su campaña electoral había conquistado votos entre los campesinos prometiéndoles que los iba a ayudar en caso que ganara, pero esto genero un agujero en el balance del estado. Este preveía la compra del arroz al doble del precio de mercado, pero esto habría causado pérdidas por más de 4 billones de dólares y la momentánea pérdida del primer lugar en el mundo entre los países exportadores.

Analistas y expertos de política thai han subrayado que esta decisión podría alimentar aún más divisiones y fracturas en un país que desde hace tiempo está atravesando una gravísima crisis política: el temor es que puedan iniciar las protestas de plaza que, en el pasado y más de una vez terminaron en episodios de violencia y de guerrilla urbana, con decenas de muertos y heridos.

La fiscalía no decidió todavía la fecha del inicio del proceso; si será reconocida culpable la ex primer ministro, depuesta por un tribunal en mayo pasado y substituida por una junta militar con un golpe "blanco", arriesga hasta 10 años de prisión.

Para los seguidores de Yingluck, la "camisas rojas", estas últimas decisiones con la confirmación de un plan en acto de hace tiempo para eliminar a la familia Shinawatra y su partido de la vida política- y económica- de Tailandia. Para votar por el impeachment se necesitan al menos el 3/5 de los votos del Parlamento, compuesto por 220 miembros; hoy han votado por el sí 190 diputados sobre un total de 219 (uno estaba ausente) la mayor parte de los cuales son militares y opositores políticos de la Shinawatra.

La ex Primer ministro no ha querido comentar la decisión; ayer, en el curso de una audición en el Parlamento, rechazó una vez más toda acusación y puso en duda lo correcto de la investigación de la Comisión anti-corrupción, que por otro lado se pronunció a favor de la condena de Gingluck. Para la mujer existe una "agenda escondida" fruto de un "plan político" que busca eliminarla de las instituciones y de la vida política del país.

Desde el año 2005 Tailandia es teatro de profundos enfrentamientos entre las "camisas rojas"-cercanos a los Shinawatra, populares en el campo y en la franja débil de la población- y ls "camisas amarillas", que representan a los democráticos, apoyados por la clase media y las elites de la capital, guiados en el Parlamento por el ex Primer ministro Abhisit Vejjajiva. En la primavera del 2010 los enfrentamientos entre manifestantes y policía causaron un centenar de víctimas, dando inicio a un proceso político que llevó a nuevas elecciones y al provisorio retorno al poder de la familia Shinawatra.

En mayo pasado, una nueva intervención del ejército puso fin y finalizó con las protestas y la vida política, que habían causado al menos 27 muertos, determinando la caída de la Primer ministro Yingluck Shinawatra, hermana de Thaksin, ganadora en las urnas con un amplio voto popular. Ahora el país está bajo el control de los militares, con el jefe de las Fuerzas Armadas como Primer ministro y con la tarea de reformar el Estado, si bien se ignoran los contenidos de tal reforma y se arriesga un cambio de tipo autoritario. Fue justamente el actual Primer ministro  quien arquitectó y guió la sangrienta represión del 2010, pero ningún miembro de las Fuerzas Armadas fue incriminado.