Bangkok, en prisión el líder de las Camisas rojas por "difamación"
Jatuporn Proparnm habría insultado al ahora premier Vejjajiva durante los comicios de octubre 2009. No hay previsto descuento de la pena: dos años de cárcel. Los jueces han valorado dejar su caución avanzo el abogado. Analistas hablan de nuevo ataque a la oposición y a las voces criticas contra la junta; en acción "un plan más grande" de la "elite de Bangkok" para poner en cintura al disenso.

Bangkok (AsiaNews/Agencias)- Un tribunal tailandés ha condenado a dos años de prisión a Jatuporn Prompan, líder de las Camisas rojas tai, potente movimiento político y social cercano al Ex Primer Ministro Yingluck y la familia Shinawatra. Para los jueces, en el 2009 él habría insultado y difamado al ahora premier Abhisit Vejjajiva; por esto "el veredicto es de dos años" y no han previsto descontar la pena". Analistas y expertos de política local hablan de un nuevo ataque de la junta militar en el poder contra la oposición, después de la acusación y envió a juicio del ex premier tai Yingluck, extremece de hecho la vida política del país. Se trataría de un "plan más grande" ideado "por la elite de Bangkok" para "reducir al silencio y meter en cintura las voces críticas.

Jatuporn Prompann, e parlamentario del Pheu Thai (cercano a la familia Shinawatra) y líder de la United Frontera for Democracy against Dictatorship (Udd, las Camisas rosas), habría usado palabras difamantes al confrontar a Abhisit durante las protestas en la plaza en el octubre del 2009. El ahora premier lo ha citado a juicio y hoy, a cinco años, ha llegado la sentencia de condena.

En su intervención Jatuporn - que acaba hace pocos días de participar en un programa de tv en el cual criticaba en modo abierto el actual gobierno y la junta militar - acusaba al ahora jefe de gobierno de haber ordenado la muerte de algunas personas, convocando a la protesta en la plaza. Él se había opuesto también a la tentativa de obtener del rey una resolución de gracia para el ex Primer Ministro Thaksin Shinawatra, multimillonario tai que en el exilio para huir de una condena de dos años por corrupción. Según el clan Shinawatra y sus apoyadores, se trata de "una sentencia política".

Loa jueces están ahora valorando un pedido de libertad bajo fianza del abogado del hombre; la decisión debe ser dada en próximos días. En todo caso la condena, unánime en la decisión de expulsar e incriminar al ex premier Yingluck, arroja gasolina al fuego en un país ya signado por profundas divisiones políticas, sociales e institucionales. Fractura que el manto impuesto por la junta militar salta al poder siempre a cubierto a los ojos de la comunidad internacional y de los inversores, pero no ciertamente sano al interior del país.

Desde el 2005 Tailandia es teatro de profundos choques entre los "Camisas rojas" - cercanos a los Shinawatra, populares en el campo y en los sectores débiles de la población - y los "Camisas amarillas", representantes de los demócratas, apoyados por ciertos medios y la elite de la capital, guiados en el Parlamento por el ex premier Abhisit Vejjajiva. En la primavera del 2010 los encuentros entre manifestantes y policía han causado un centenar de víctimas, disparando un proceso político que ha llevado a nuevas elecciones y al provisorio retorno al poder de la familia Shinawatra.

En mayo pasado una nueva intervención del ejército y protestas de plaza, que han causado al menos 27 muertos, determinando la expulsión del premier Yingluck Shinawatra, hermana de Thaksin, vencido en las urnas por un amplio voto popular. Ahora el país está bajo control militar, con el jefe de las Fuerzas Armadas nominado a Primer Ministro con la tarea de "reformar el Estado", aunque se ignora el contenido de tales reformas y se arriesga una derivación autoritaria. Ha sido justamente el actual premier el arquitecto y guía de la sanguinaria represión del 2010, pero ningún miembro de las Fuerzas Armadas ha sido incriminado.