El corazón de Egipto conmovido y devastado
de André Azzam
La decapitación de 21 egipcios coptos está reforzando la unidad nacional. El presidente Al-Sisi los definió "mártires" de la patria. Visita y pésame al patriarca Tawadros, también de parte del representante vaticano en el Cairo. Bloqueados todos los vistos para Libia; se programa el repatrio de los egipcios. En Libia hay 1,2 millones de egipcios. Las violencias del Estado islámico condenado también por los salafitas.

El Cairo (AsiaNews)- El corazón de Egipto está al mismo tiempo devastado y conmovido por la horrible decapitación de 21 ciudadanos egipcios en Libia, por mano de los jihadistas aliados al Estado islámico.

Todos los diarios de ayer y de hoy dedican las primeras páginas con títulos en negro, significando el luto, mostrando las fotos de las 21 víctimas de rodillas en la costa marina, antes de ser degollados por sus asesinos. También en las páginas internas están llenas de comentarios y análisis sobre lo sucedido.

Si bien el Estado islámico se vanagloria de haber matado a cristianos, para todos aquí, las víctimas son ante todo egipcias. El gobierno decidió luto nacional por 7 días.

Ayer el presidente al-Sisi fue personalmente a visitar al patriarca Tawadros, para presentarle oficialmente el pésame. El concejo de defensa nacional, bajo su presidencia, está reunido de hace días para enfrentar la situación.

Al-Sisi anunció que estos 21 egipcios asesinados en Libia son verdaderos "mártires", como los conciudadanos asesinados recientemente en Sinaí. El decidió garantizar a cada familia de los muertos una donación de 100 mil esterlinas egipcias (unos 13 mil dólares Usa), además de una regular jubilación y atenciones médicas para todos los miembros de las familias. Los jóvenes asesinados eran casi todos de algunos pueblos del Alto Egipto y habían emigrado a Libia para trabajar y ganar lo suficiente para casarse o para mantener a la familia en la patria.

Tawadros y la Universidad Al-Azhar han denunciado el "horrible crimen". El Shaykh Ahmad al-Tayed, jefe de Al-Azhar, la más alta autoridad sunnita en el mundo, como también  ShawqiAllam. Gran Muftí de Egipto, han refirmado que el islam y las religiones celestiales no pueden justificar tales crímenes, el patriarca copto dijo que la nación no tendrá paz hasta que estos criminales no sean castigados.

Hasta hoy las familias piden les sean consignados los cuerpos de sus queridos para darles digna sepultura.

Los miembros de las familias de los muertos, provenientes de diversas partes de Minya (Egipto Medio), días tras días fueron a la sede del patriarcado y Tawadros los recibió siempre. Hace dos días, cuando ya había circulado la noticia de las muertes de los 21 coptos, ellos han realizado una manifestación delante de la sede del sindicato de los periodistas.

Ayer, Tawadros, que es el jefe de la Iglesia copta y patriarca de Alejandría, recibió numerosas visitas, oficiales y privadas para el pésame (v. foto) . Entre estos estaba también el encargado de los asuntos de la nunciatura, acompañado por el p. Rafic Greiche, vocero de la Iglesia católica en Egipto. Durante la noche el mismo Papa Francisco llamó por teléfono a Tawadros, asegurándole que hoy se unirá en la oración con todos los cristianos de Egipto. Muchos de los visitantes han ido a encontrarse con las familias de los asesinados para llevarles confortación.

Junto a un sentimiento de dolor, todos en Egipto están contentos por los ataques aéreos egipcios contra las bases del EI en Libia. Se esperan más ataques para "desmantelar " a aquellos terroristas.

Por semanas la atención de Egipto se concentró en las noticias que se referían a los egipcios arrestados por los jihadistas en libia. A fines de diciembre surgió la noticia del asesinato en Libia de una familia egipcia compuesta por un doctor copto, su esposa y su hija de 13 años. Ellos fueron asesinados porque eran egipcios y cristianos. Desde aquel momento, la prensa y la opinión pública han empezado a pedir a todos los egipcios que abandonaran Libia.

En el presente, al menos 1,5 millones de egipcios residen en Libia. Y todos en Egipto desean que ellos sean traídos a la patria con medidas de seguridad. El jefe de Estado dio disposiciones al Ministerio del trabajo y de le emigración para que bloqueen todo visto de salida para Libia y prometió ayudar a cada egipcio para el repatrio.

Por semanas la opinión pública y los medios, preocupados por la situación, han pedido alguna acción al gobierno para salvar a los rehenes. Hace unos días el representante líbico en la Liga Árabe dirigió palabras de congoja a las familias de los rehenes, pero esta noticia no fue difundida, mientras que el jefe de la tribu líbica implicada en las tratativas daba pocas esperanzas por la liberación de ellos. De hecho, nadie sabe con precisión cuando se realizó la decapitación.

Por las calles, todos parecen preocupados por estos sucesos, expresando una especie de unidad nacional frente a las amenazas constituidas por el movimiento jihadista. Hsata los líderes musulmanes integristas denuncian los asesinatos. El jefe del movimiento slafita A-Nur afrima que "este horrible crimen refuerza la cohesión de los egipcios". Todos los partidos políticos y los ambientes religiosos musulmanes están unidos en la condena de estos asesinos y de los continuos ataques del EI contra Egipto y los egipcios.

En la espera de novedades, nadie en Egipto parece encontrar paz hasta q ue los autores de las decapitaciones no sean castigados en modo definitivo.