Estado islámico: números, economía, alianzas y organigrama del movimiento jihadista (fichero)
Los islamistas controlan 25 provincias (Wilayat) entre Siria, Irak, Libia, Yemen, Argelia, Arabia saudita, Egipto, Afganistán y Paquistán. Al menos 80 mil personas están relacionadas con el grupo jihadista, pero hay incertidumbre sobre sus números. Venta de petróleo, piezas arqueológicas y tasas, son las modalidades de sustento. El uso sistemático de las nuevas tecnologías.

Beirut (AsiaNews/Olj)- La alianza propuesta en estos días por Boko Haram, muestra la internalización del estado islámico. Detallamos a continuación una panorámica de la organización extremista sunnita. De un artículo de un cotidiano libanés en lengua francesa L´Orient-Le jour (Olj).

Un "califato" y 25 "provincias"

El estado islámico, el 29 de junio pasado anunció el nacimiento de un califato en los territorios entre Siria e Irak, dos de los nueve países en los cuales el movimiento islamista ha plantado sus propias raíces.

En total, el grupo reivindica 25 provincias (wilayat, en árabe) en Siria, Irak, Yemen, Argelia, Arabia saudita, Egipto, Afganistán y Paquistán. Y es en Irak, donde el EI tiene sus orígenes, que el número de las provincias es el más elevado: 10, a continuación de las wilayats de Dijla y de Jazira en febrero pasado. Le siguen luego Siria (7) y libia (3).

Según el experto de Medio oriente, Pieter van Ostaeyen, en el complejo casi 8 millones de personas viven en el interior de los territorios ocupados y controlados por el EI en Irak y en Siria. En Libia, agrega, "los territorios no son tan vastos y no están todos bajo el control de los jihadistas". Louay al-Kahtib, investigador asociado al Brooking Institute, presenta una lista más baja "que va de los 6 a los 7 millones de personas". Un población vasta que obliga a los jihadistas, agrega el investigador, a "poseer una fuerza armada potente y numerosa".

El estado islámico, ¿con cuántos hombres?

Es realmente difícil evaluar en su complejo las fuerzas a disposición del EI, porque "no hay fuentes en las cuales confiar para que nos den una cifra exacta, subraya al-Kahtib. "Es un grupo terrorista- recuerda ahora- no convencional, que conduce una guerra no convencional". El evalúa el número de los combatientes en "unos 80 mil", de los cuales "al menos 20 mil extranjeros".

Para Pieter van Ostaeyen, el EI se puede contar sobre un  número de combatientes variables entre los 60 mil y los 70 mil, aunque si "es mucho más difícil dar una estimación de un cifra exacta". Si la gran mayoría de ellos se encuentra en Siria e Irak, "se puede estimar entre 1500 y 20002 el número de jihadistas que han hecho alianza con el EI en Libia. En la sola Siria, el Estado islámico tendría a disposición de uno 40 mil a 45 mil hombres, según lo que refiere el director del Observatorio sirio para los derechos humanos Rami Abdel Rahmane.

Dalia Ghanem-Yazbeck, analista en el Carnegie Middle East Center, es mucho más prudente sobre l número de los combatientes. "Si no referimos al total, serán al máximo 25 mil", afirma la estudiosa, que pide al mismo tiempo de "dejarse de sobrestimar su número3 por qué "es como hacerles publicidad gratis".

El estado islámico, ¿es rico?

Es al  mismo tiempo imposible determinar cuáles sean las reservas financiarías que puedan tener a disposición el Estado islámico, el cual ha ocupado zonas de gran riqueza económica. Una de éstas es el petróleo, extraído de los pozos en Siria e Irak, Según van Ostaeyen "ellos logran adquirir una gran cantidad de crudo y lo venden a cualquiera está dispuesto a comprarlo".

En octubre, el sub-secretario americano del Tesoro, responsable de los asuntos ligados al terrorismo y a las informaciones financieras, David Cohen declaró que el oro negro garantizaría a los islamistas un millón de dólares por día. Pero estos números son rechazados por Louay al-Kahtib, el cual considera que el EI, produzca "un máximo de 50 mil a 60 mil barriles por día", una cantidad insuficiente para satisfacer la demanda "de las poblaciones bajo su yugo".

Al petróleo. Se agregan las ganancias que derivan de la venta de piezas arqueológicas, de los secuestros, de las tasas y de las extorciones impuestas "a los comerciantes locales, que deben pagar una coima para mantener abierto sus negocios".

El estado islámico pudo también servirse de los institutos financieros de las ciudades conquistadas como Mosul, donde las reservas de los bancos en términos de liquidez eran de uno 400 millones de dólares antes de la ofensiva. Lo refiere Bachar Kiki, el jefe del concejo provincial de Nínive, de la cual la capital es Mosul.

Los recursos financieros, según Dalia Ghanem-Yazbeck, son y serán el nervio de esta guerra. "El día en el cual- prevé la estudiosa- el Estado islámico no tendrá más dinero para financiar a la población que administra, entonces se le volverá en contra".

¿Cómo obra el Estado islámico?

La estructura administrativa del Estado islámico está basada sobre la de cualquier Estado, teniendo en su cúpula a Abou Bakr al-Baghdadi, que se auto proclamó califa. Él es asistido por una serie de vice "territoriales" y por un comando  militar. Baghdadi es al mismo tiempo apoyado por un concejo de la shura, que reagrupa a los vértices jihadistas y, según algunas informaciones, hay también consejeros específicos, que se ocupan en detalle de las cuestiones militares, de la seguridad, económicas y mediáticas.

Mientras tanto, el Estado islámico se convirtió en un maestro en el arte de la comunicación, gracias a la utilización sistemática de nuevas tecnologías. Esto se convirtió en "una marca de fábrica con una fuerza atractiva, como la Coca-cola o Mc. Donalds, explica Dalia Ghanem-Yazbeck. "Su fuerza espiritual es virtual, en internet, en YouTube...Después de cada derrota militar en el campo o casi, ellos publican un video shock para hacer de modo que se hable de ellos. Es un modo de compensar la derrota militar a través de la propaganda".