La “Laudato sí” refleja la cultura vietnamita, el Papa convence también a los no católicos
de Thanh Thuy
El país está viviendo una fase de desarrollo económico significativa, pero que produce enormes daños al ambiente. La población necesita un cambio de mentalidad para salvar la naturaleza antes que sea demasiado tarde. Un seminario de la arquidiócesis de Ho Chi Minh City alienta a los párrocos en primera línea.

Ho Chi Minh City (AsiaNews)- Ninguno de nosotros creó la naturaleza: “Los dones y los recursos que ofrece son de todos y para todos, no solamente para una minoría y no sólo para la actual generación. Como consecuencia cada uno de nosotros tiene la responsabilidad de respetar y proteger el ambiente”. Con estas palabras, escritas en el año 2009 por el card. Pham Minh Man, se abrió el encuentro convocado por la arquidiócesis de Saigón sobre el tema: “Protejamos el ambiente”. Contando con la presencia del actual arzobispo, mons. Paul Bui Van Doc, expertos y menos expertos se confrontaron sobre el argumento a la luz de la publicación de la encíclica “Laudato sí”.

La introducción fue confiada a la doctora Nguyen Thin Van Ha, rectora de la facultad de Ciencias ambientales de la universidad estatal de la metrópolis. Gracias a una instalación video, la docente explicó como los seres humanos han influenciado el cambio climático. “Debemos promover la conciencia sobre los daños que podemos provocar. Los seres humanos deben hacer más esfuerzos para adptarse a la naturaleza”. 

Colocada en la zona meridional del país, Ho Chi Minh City es la capital económica de Vietnam. El desarrollo industrial provocó enormes daños: los terrenos, dicen los expertos, son los más contaminados del país. Las fuentes de agua, la carne de cerdo, las verduras y la fruta están llenos de agentes químicos tóxicos. Casi cada industria tiene, según la ley, un establecimiento para el depósito de las basuras: pero éstos no son usados para ahorrar dinero.

Vo Van Chan, director del Departamento para el cuidado del ambiente, admite que “en la zona industrial 1 de la ciudad, cada día unas 100 industrias descargan en las aguas del río Dong Nai unos 13.400 de metros cúbicos de agua no tratada. El río es el que ofrece el agua a los casi 10 millones de habitantes y está contaminado. En el próximo futuro será la población la que pagará las consecuencias, el precio.

El seminario organizado por la Iglesia trata de despertar a la población, católica y no. “Los párrocos-explica un participante- tienen un rol importante, o sea el de hacer nacer en sus fieles la conciencia de la importancia de la protección ambiental. Es nuestro deber, que nace de los conceptos de fe y caridad. Al mismo tiempo es una urgencia que no se puede ignorar. Necesitamos de acciones prácticas para cambiar la mentalidad de quien contamina”.

Muchos activistas, también no católicos, dicen a AsiaNews: “La encíclica del Papa Francisco es importante porque nos alienta para proteger el ambiente, un concepto a la base de la cultura vietnamita. De aquí pasa la armonía de nuestras vidas. El pontífice hizo bien en recordarnos que, quien pagará el precio de estos daños, serán los más pobres entre los pobres”.