Myanmar, una campaña “My Friend” contra las violencias anti-Rohingya
A pocos meses de las elecciones, un grupo de jóvenes promueve en las redes sociales la iniciativa marcada hacia la paz y al diálogo. Los jóvenes invitan a publicar selfies de grupo con budistas y musulmanes unidos. Estudiante budista: “La amistad no tiene confines”. Joven musulmana: “Usar la tecnología para mejorar la sociedad”.

Yangon (AsiaNews)- Un grupo de estudiantes birmanos inició una campaña en las redes sociales (Facebook y Twitter), para promover la tolerancia entre los ciudadanos y contrastar el odio y las violencias islámico-budistas que desde hace tiempo caracterizan a Myanmar. Una iniciativa significativa y bajo el lema de la unidad, en un año crucial para un país que a fin de año será llamado a las urnas para elegir el nuevo Parlamento y al jefe de Estado. Y en esta vigilia electoral, los movimientos nacionalistas y grupos extremistas han invadido ya la esfera política con palabras de odio y ataques contra la minoría Rohingya.

Los jóvenes involucrados en la campaña “My Friend” han iniciado a publicar “selfies”- auto -retrato fotográfico que es colocado en las redes sociales- multiétnicos, que ven unidos a jóvenes budistas y musulmanes. El objetivo es mostrar, en particular a las nuevas generaciones, que se puede convivir en armonía y en paz, sin mirar a las diferencias de raza, etnia o credo religioso profesado.

Creada sólo hace 2 días en Facebook, la página “My Friend”, ya ha recogido miles de consensos en las redes sociales. Wai Wai Un, miembro de la comunidad musulmana Rohingya y co-fundadora de la iniciativa, afirma: “Todos aman sacarse selfies solos, por lo tanto, ¿por qué no usarlos en modo correcto, para un mejoramiento de la sociedad? Le hace eco el joven, AsHan Seth Lu, que recientemente se inscribió en la página Facebook, poniendo una foto en la cual está con una mujer que viste el hijab: “Soy budista- afirma- y mi amiga es una musulmana”. Somos distintas, agrega, “pero sabemos aceptarnos la una con la otra”, porque “la amistad no tiene confines”.

El grupo ha querido lanzar la campaña en verano, esperando poder influir en modo positivo sobre las próximas elecciones de noviembre y contrastar la política de odio y divisiones cabalgado por movimientos nacionalistas budistas contra los Rohingya. Fundamental para la promoción de la iniciativa la tecnología móvil a bajo costo y la reciente difusión de internet en aquella que un tiempo era una nación aislada y bajo el control de la dictadura militar.

Desde junio de 2012, el Estado occidental birmano de Rahkine es teatro de enfrentamientos violentísimos entre budistas y Rohingya, que han causado al menos 200 muertos y 250 mil evacuados. Según las estimaciones de las Naciones Unidas en Myanmar- nación de mayoría budista, con 50 millones de habitantes y 135 etnias diversas- hay todavía 1,3 millones de personas que pertenecen a la minoría musulmana, que el gobierno considera inmigrantes irregulares y por esto son objeto de abusos y persecuciones.

Hasta ahora hay todavía unos 140 mil evacuados encerrados en “campos prófugos” que, según cuánto establecido por el gobierno birmano, deben aceptar la clasificación de bengalíes- y obtener la ciudadanía- o bien permanecer de “por vida” en los campos. En su interior ellos son privados de todos los derechos de base, entre otros de asistencia sanitaria, educación o un trabajo. Contra la marginación y el abandono en la cual se encuentra la inoría musulmana intervino varias veces la Iglesia católica birmana.