A 70 años de la bomba y del fin de la guerra, Hiroshima pide la abolición de las armas nucleares
Frente a aproximadamente 40mil personas, reunidas en el Peace Memorial Park, el síndico y el primer ministro japonés piden la abolición de dichas armas “absolutamente malvadas e inhumanas”. Hay casi 15mil cabezas atómicas en el planeta. Miles de lámparas fueron encendidas a lo largo del río Motoyasu simbolizando las almas de quienes murieron en 1945.

Hiroshima (AsiaNews) – Las armas nucleares “son el mal absoluto, una expresión inhumana de los seres humanos. Serán todas abolidas, a fin de que no se repita lo que ocurrió aquí hace 70 años”. Lo dijo esta mañana el síndico de  Hiroshima, Kazumi Matsui, en el acto anual que conmemora los bombardeos atómicos por parte de los Estados Unidos. Este año las ceremonias, que se llevan a cabo hoy en Hiroshima y el 9 de agosto en Nagasaki, tienen un carácter más solemne dado que se cumple el 70 aniversario del fin de la Segunda Guerra Mundial.

Alrededor de 40mil personas asistieron al acto en el Peace Memorial Park. Como cada año, la “Campana de la paz”sonó a las 8:15 hs  [hora en que ocurrieron los bombardeos ndr] y toda la ciudad observó los tres minutos de silencio. El síndico luego inscribió, en el monumento a las víctimas, los nombres de los sobrevivientes que murieron en el último año, los “hibakusha”. Hoy siguen con vida cerca de 190mil sobrevivientes que son muy respetados en todo el país.

Estuvieron también presentes embajadores y representantes de cerca de 100 naciones de todo el mundo, que firmaron junto al síndico y al primer ministro la “Declaración de Paz”. En dicho texto, Matsui escribe que las bombas atómicas “no han solamente quitado vidas sino también el sentido de una comunidad y su cultura”. De acuerdo al político, las casi 15mil cabezas nucleares existentes “son un peligro y una amenaza. Cada ciudadano del mundo podría convertirse en un hibakusha”.
Al llamado se unieron el primer ministro Shinzo Abe, quien en su discurso ha pedido el desarme atómico mundial : “El sufrimiento atroz causado por estas armas no puede ser narrado de manera honesta, porque es inenarrable. Hoy Hiroshima ha renacido y se ha vuelto una ciudad culta y próspera. Pero sus heridas aún continúan abiertas”.

Al finalizar la ceremonia, los ciudadanos encendieron y depositaron sobre el río Motoyasu decenas de miles de lámparas de papel: éstas simbolizan las almas de quienes murieron durante el bombardeo.

Durante el ataque nuclear contra Hiroshima, seguido por el de Nagasaki el 9 de agosto, murieron aproximadamente 140mil personas. Según los Aliados fueron estas dos devastaciones las que aceleraron el fin de la Segunda Guerra Mundial, dado que Japón permanecía como el único país combatiente de Asia. El 2 de septiembre de 1945, Tokio firmó su rendición incondicional.