Singapur (AsiaNews)- En el contexto de las iniciativas promovidas por el Año de la Vida Consagrada, los católicos de Singapur, Malasia y Brunei han iniciado una especial campaña contra el tráfico de vidas humanas, un fenómeno que involucra de cerca justamente a esta región del Sudeste asiático. Para difundir el conocimiento del fenómeno y su incidencia, los religiosos de los tres países han lanzado en un sito web de profundización sobre el tema e invitan a los fieles a recitar el Rosario con esta especial intención.
La recitación del Rosario se la hace meditando los misterios dolorosos y la entera oración puede ser recitada y descargada del nuevo sito web creado “ad hoc”, para la iniciativa de los católicos contra la vida humana, la dirección es: http://saynotohuman traficking.info. Las páginas son online desde el 30 de julio pasado, en concomitancia con la jornada mundial de las naciones Unidas contra esta forma nueva de esclavitud.
El mes pasado en el curso de un encuentro que se realizó en Johor Bahr (Malasia), la Conferencia de los religiosos de los Institutos superiores de Malasia, Singapur y Brunei (Crms), aprobó a la unanimidad la recitación del Rosario y el lanzamiento del sito web. Ellos son parte de las iniciativas promovidas por el Cmrs contra el tráfico de vidas humanas, un problema aún hoy de total actualidad.
De hecho, en estos días la policía de Malasia encontró una nueva fosa común, que contenía los cadáveres de 24 migrantes irregulares. La fosa fue descubierta en el Estado de Perlis, cerca de la frontera con Tailandia, poco distante del otro lugar en el cual fueron encontrados 139 cuerpos en mayo pasado.
Según las autoridades, los 24 cadáveres pertenecen a migrantes secuestrados y tenidos prisioneros en campos esparcidos en la jungla por bandas de criminales, en espera de un pago de rescate para su liberación. En los meses pasados surgió en toda su gravedad la dramática cuestión de miles de boat-peole en los mares del Sudeste asiático, en su gran mayoría migrantes de Bangladesh y musulmanes Rohingya, que escapaban de Myanmar por las persecuciones sufridas.
También la Iglesia asiática se comprometió con fuerza para contrastar este fenómeno, que el Papa Francisco en diciembre pasado definió como “delito aberrante”.
Comentando la iniciativa, el p. John Wong, fraile franciscano y presidente del Cmrs, subraya que esa es parte “de nuestra posición profética que quiere dar voz a quien no tiene voz”. Y en el Año dedicado a la Vida Consagrada es aún más importante que los católicos “sean solidarios con cuántos sufren” y hablen en en nombre de las “mujeres, hombres y niños que han caído en la red de la moderna esclavitud”.