Dacca (AsiaNews) – Estaremos “muy felices si el Papa viene a Bangladesh”. Es la invitación que el Primer Ministro del país, Sheikh Hasina, dirigió al Papa a través del Card Filoni, durante un diálogo mantenido el domingo pasado durante una visita del prefecto para la Propagación de la Fe al país. El prelado está en Asia para una visita que comprende tres etapas. Luego de visitar Bangladesh y la India, debía trasladarse a Nepal hasta el 19 de septiembre, pero la visita fue cancelada por razones de seguridad.
La invitación al Papa Francisco llega de parte de un país de amplia mayoría musulmana en el cual, según las palabras del Card. Filoni, vale la pena apreciar “la pacífica coexistencia de diferentes religiones”. “Elogio también – continuó el prelado en el transcurso del coloquio – el rol del Primer Ministro Sheikh Hasina, al actuar de manera que prevalezca la armonía religiosa”.
Durante el encuentro -en el cual participaron también el Arzobispo George Kocherry, Nuncio Vaticano en el país, y Mons. Patrick D Rozario, arzobispo de Dacca- Hasina subrayó que su gobierno alienta el diálogo entre las personas de diversos credos y protege el derecho a la libertad religiosa de las minorías.
El primer ministro luego elogió el rol “significativo y constructivo” que juega la comunidad católica bangladesí, comprometida en la promoción humana, sobre todo en los campos de la educación y los servicios sociales. Hasina afirmó que Bangladesh tiene en gran consideración las relaciones con la Santa Sede y que desea fortalecerlas aún más en el futuro, profundizando los vínculos existentes.
El prelado dijo que estaba asombrado, no obstante lo pequeña que es la comunidad católica en el país [aproximadamente 300.000 fieles sobre una población total de 160 millones ndr], por la coexistencia pacífica entre la gente que profesa una fe diversa y por la inmensa belleza del país.
A la par de la tolerancia, crece también en Bangladesh el integralismo islámico de algunos sectores políticos, pertencientes fundamentalmente al partido opositor a Hasina. Hace ya tiempo que extremistas islámicos tienen en la mira a librepensadores y activistas por la democracia, justificando su asesinato por ser "ateos".