​Libertad religiosa denegada: el obispo de Kontum contra la demolición de una iglesia
de Stephanie Nguyen
En una carta abierta, Mons. Michael Hoang Duc Oanh denuncia los ataques de las autoridades comunistas contra los fieles. En el centro de la controversia, un lugar de culto que está siendo objeto de obras de ampliación. En respuesta, los fieles han promovido turnos de guardia para proteger el edificio.

Ho Chi Minh City (AsiaNews) – Con una carta abierta dirigida a las autoridades locales, el obipso de Kontum relanza la batalla de los católicos contra los ataques a la libertad religiosa, que vienen ejerciéndose desde hace en los Altiplanos centrales de Vietnam. El último episodio, cronológicamente hablando, es la decisión de la administración provincial de demoler una iglesia doméstica situada en una pequeña aldea, en una zona remota de la diócesis. En la misiva, Mons. Michael Hoang Duc Oanh se dirige al gobierno –tanto local como nacional- para que sea tutelado el derecho a la práctica del culto de la comunidad cristiana.

La diócesis de Kontum, en los altiplanos centrales de Vietnam, fue fundada en 1884 y actualmente cuenta con cerca de 250.000 fieles, sobre una población total de 1,2 millones de habitantes, la mitad de los cuales pertenecen a minorías étnicas. Recientemente, un distrito de la diócesis fue objeto de ataques por parte de las autoridades comunistas locales, que amenazaron con destruir 22 capillas utilizadas para celebraciones y destinadas a la oración.

Según cuanto refiere Vietcatholic News, en su carta el prelado recordó, en orden cronológico, los ataques llevados a cabo por las autoridades comunistas contra la comunidad católica de Daknu. Corporizando el resentimiento de miles de fieles, Mons. Michael recuerda cómo el gobierno ha ignorado, durante largo tiempo, el pedido para poder construir una nueva iglesia, a fin de satisfacer los requerimientos de una población en continuo aumento.

Como contrapartida, la administración local ha utilizado todos los medios a su disposición para destruir todas las casas de oración construidas por los fieles, sin hacer distinción sobre los materiales utilizados o sus dimensiones. Uno de estos episodios se remonta al 28 de junio pasado, cuando los parroquianos trataron de ampliar su viejo lugar de culto, aumentando las dimensiones del techo y el número de columnas.

En respuesta, inmediatamente el gobierno emitió una orden de demolición y buscó corromper –con bebidas alcohólicas y otros medios- a los habitantes, a fin de que acataran la orden.  Las autoridades comunistas convocaron también al párroco, amenazándolo e invitándolo a reclamar a la comunidad a respetar el orden. Sin embargo, los fieles ignoraron las advertencias, y comenzaron a promover turnos de guardia del edificio, para impedir que éste sea abatido.

En su carta, el obispo de Kontum, solicita que sea respetada, en lo concreto, la libertad religiosa, como está garantizado en la Constitución de Vietnam. Y manifestó su disponibilidad a pagar incluso una multa, a fin de preservar la iglesia utilizada por los fieles de Daknu, o bien de presentar la causa a un juez para obtener justicia. “Exhorto a las autoridades –concluye el prelado- a calmarse un poco, y a echar un vistazo por la zona, para ver quiénes son los que están realmente saboteando la confianza de la gente en el gobierno, empujándolo hacia el colapso total”.

Hoy en Vietnam, frente a una población de aproximadamente 87 millones de personas, los budistas representan el 48; los católicos, poco más del 7%,  los siguen los sincretistas con el 5,6%; por último, hay casi un 20% que se declara ateo. Si bien se trata de una minoría (no obstante significativa), la comunidad cristiana es activa en los sectores de la educación, la salud y los servicios sociales.  Recientemente, los obispos vietnamitas –y entre los disertantes, el obispo de Kontum mismo y el obispo de Vinh – criticaron fuertemente un proyecto de ley de Hanoi sobre “Fe y Religión”, que viola la libertad de culto y limita su práctica. Una norma, agregan los prelados, que contrasta con la Declaración Universal de los Derechos Humanos y con la Constitución de la República Socialista de Vietnam, que, en teoría y por principio, deberían tutelar la práctica del culto.