Vĩnh Long, católicos de fiesta por el nuevo obispo: Orgullo por nuestros mártires
de Thanh Thuy
Mons. Peter Huỳnh Văn Hai, sacerdote de 61 años de edad, fue nombrado por el Papa Francisco el 7 de octubre pasado. Vĩnh Long, área rural situada sobre el delta del Mekong, carecía de un guía desde el 17 de agosto pasado. Los católicos representan el 4,5% sobre una población de 4 millones de personas, y el nuevo obispo debe afrontar el problema de la urbanización, que priva a la diócesis de las generaciones jóvenes.

Ho Chi Minh City (AsiaNews) – Los fieles de la diócesis de Vĩnh Long, sobre el delta del Mekong, están de fiesta por la llegada del nuevo obispo, Mons. Peter Huỳnh Văn Hai. El sacerdote, de 61 años de edad, es videdirector y profesor de Filosofía en el Seminario Mayor de Cần Thơ, y fue nombrado por el Papa Francisco el 7 de octubre pasado. La diócesis carecía de un pastor desde el 17 de agosto pasado, cuando falleció Mons. Nguyễn Văn Tân. Finalmente “tenemos un nuevo pastor – dice Đồng Tháp, estudiante – y el Buen Pastor puede guiar nuestra iglesia. Nosotros, los jóvenes católicos, estudiantes e intelectuales, estamos muy contentos por esto”.

Mons. Peter Huỳnh Văn Hai nació el 18 de mayo de 1954 en la provincia de Bến Tre, levemente al sur de Ho Chi Minh City. Estudió en el seminario menor de Vĩnh Long desde 1966 a 1991 y fue ordenado sacerdote el 31 de agosto de 1994.  Hizo un curso de doctorado en el Institut Catholique de Paris hasta el 2004. Luego regresó a Vietnam, donde durante cuatro años fue responsable de las vocaciones religiosas en la diócesis de Vĩnh Long. Desde el año 2012 le han sido confiadas tareas académicas en el seminario mayor. 

La diócesis de Vinh Long, fundada en 1938, es verdaderamente grande: ella cubre un área rural de casi 7.000 kilómetros cuadrados, donde residen cerca de 4 millones de personas. Los católicos son aproximadamente 200.000 (el 4,5%), y comprenden 176 sacerdotes, 60 seminaristas y 471 catequistas. El área de extiende sobre el delta del río más largo de Vietnam (el Mekong) y abarca cuatro provincias: Bến Tre, Trà Vinh, Vĩnh Long y Sa Đéc. Uno de los problemas más graves de la diócesis es el fenómeno de la urbanización, que prácticamente ha privado a estas zonas de generaciones jóvenes, que han partido rumbo a las grandes ciudades, en busca de un empleo. 

En la región,  la mayor parte de la población es budista, y convive en modo pacífico con la comunidad cristiana, que es estimada por todos debido a sus obras caritativas. “Estamos orgullosos de vivir aquí -dicen algunos estudiantes-, donde está la sangre de los mártires vietnamitas. Hay dos mártires que provienen de nuestra diócesis. Esto fortalece nuestra fe, ayudándonos vivir en comunión unos con otros”.