​El Sínodo vota los 94 puntos de la Relación Final, aprobada unánimemente en comisión
Card. Schönborn: de los divorciados que se han vuelto a casar se habla “con una gran atención pero la palabra clave es la palabra ‘discernimiento’”. “No es un blanco o negro, un simple ‘si’ o ‘no’: es algo que se ha de discernir”. En cuanto al tema de la homosexualidad, es tocado sólo el aspecto de una familia en la cual una persona es homosexual.

Ciudad del Vaticano (AsiaNews) –  Fue aprobado por unanimidad en la comisión sinodal, encargada de compilar la relación final, el documento –en 94 puntos- , que los participantes del Sínodo sobre la familia votarán, punto por punto, esta tarde. Al darlo a conocer, el Padre Federico Lombardi, director de la Sala de Prensa vaticana, agregó que el texto aprobado podría ser hecho público esta tarde.

La comisión, subrayó el Padre Lombardi, “ha hecho un trabajo absolutamente increíble respecto a lo que era el Instrumentum Laboris” y es “un mensaje más que significativo” la aprobación unánime del texto que debe ser sometido a votación.

Sobre dicho documento, el Card. Christoph Schönborn, arzobispo de Viena, ha dado, durante el último briefing dedicado al Sínodo, hoy, alguna información, en particular en lo que hace al tema de los divorciados que se han vuelto a casar y de los homosexuales.

Sobre los divorciados que se han vuelto a casar, dijo: “se habla de ello, se habla con una gran atención, pero la palabra clave es la palabra ‘discernimiento’. E invito a todos ustedes a pensar que no existe un blanco o negro, un simple ‘si’ o ‘no’: es algo que se ha de discernir. Y esta es justamente la palabra del Santo Papa Juan Pablo en la ‘Familiaris Consortio’ de 1984, cuando dice: es una obligación, por amor a la verdad, que los pastores ejerciten el discernimiento, porque las situaciones son diversas. Y también está la exigencia de este discernimiento por parte del Papa Francisco, buen jesuita, formado en los Ejercicios de San Ignacio, que ha aprendido desde joven este ‘discernimiento’: buscar entender cuál es la situación de cierta pareja, de cierta persona”.

En cuanto al “tema de la homosexualidad, en este documento es tocado bajo el aspecto de la familia, en la cual tenemos la experiencia de un hermano, de una hermana, de un tío, de una persona en la familia que es homosexual. ¿Cómo manejar esta situación? Como cristianos. Esto es lo que ha quedado del tema de la homosexualidad. Podrán imaginar las áreas culturales y políticas., en las cuales el tema es demasiado delicado. No quiere decir que en las áreas como Europa y Norteamérica este tema no sea un tema para la Iglesia; pero, a nivel de una sinolidad universal, se debe respetar la diversidad de las situaciones políticas y culturales”.

Tanto el arzobispo de Viena, el Card. Raymundo Damasceno Assis, arzobispo de Aparecida, y el vicepresidente de la Asamblea Sinodal, hermano Hervé Janson, prior general de los Pequeños Hermanos de Jesús, (único miembro del Sínodo no-sacerdote con derecho al voto) han subrayado cómo se han vivido, a lo largo de estas semanas, un clima de cercanía y de libertad, junto a un verdadero intercambio de opiniones y experiencias. Todo se ha vuelto más ágil a partir del nuevo ordenamiento, que da mayor espacio a los círculos menores. “Eran, por lo tanto, – recordó el Card. Assis - 13 grupos lingüísticos, y las intervenciones durante casi dos semanas han sido ininterrumpidas. Esto ha permitido una mayor participación de todos y un intercambio real entre los padres sinodales. Y la metodología nos ha permitido, también, afrontar en forma singular cada parte del documento”.

El “mensaje principal” del Sínodo, afirmó el Card. Schönborn, es “el tema del Sínodo: que la Iglesia católica, en todo el mundo, con un millardo y 200 millones de católicos, haya discutido durante dos años el tema del matrimonio y de la familia, con todos los aspectos positivos, difíciles…Esto de por sí ya es un hecho notable para nuestro tiempo, porque éste es el núcleo del mensaje: un gran Sí a la familia. El éxito de este Sínodo es, para mí, un gran Sí a la familia; que la familia no es algo superado, no es un modelo antiguo, sino que es un modelo fundamental de la sociedad humana.”.

“Se ha puesto – sostuvo, por último, el hermano Janson – el énfasis sobre la familia y creo que, independientemente del tipo de familia, de la manera en la cual estas familias viven, siempre, fundamentalmente, tienen una contribución que dar y son un bien para la Iglesia. Incluso si no están plenamente en acuerdo con las reglas, las normas de la Iglesia, tienen de todos modos, algo que es un bien para la Iglesia, y por lo tanto, la Iglesia las debe acoger con comprensión: esto, verdaderamente, me ha parecido un punto muy importante para subrayar. Por eso, esta misericordia de la Iglesia ha sido repetida varias veces, está en el documento final y entonces, lo verán cuando lean el documento. Esta, verdaderamente, me ha parecido una cosa muy fuerte”.