​En Viena se discute el futuro de Siria con Irán y Arabia Saudita
El secretario general de la ONU invita a los países participantes a mostrar “flexibilidad” y dice estar “confiado” sobre el éxito de los coloquios. Entre los puntos sin resolver están el futuro político de Assad y el proceso de transición. Tímida apertura de varios frentes, pero las posiciones continúan distantes. Washington confirma su apoyo a los grupos rebeldes sirios.

Viena (AsiaNews/Agencias) – Se inauguraron hoy, en Viena, los primeros coloquios sobre la crisis siria, que han sido capaces de reunir a las mayores potencias regionales e internacionales, tanto a quienes apoyan al presidente Bashar al-Assad como los países vecinos en la órbita de la oposición.  El convidado de piedra de la cumbre actual es el gobierno de Damasco, lo cual confirma que el destino de Siria se juega lejos de la capital o de los grupos que luchan contra el “régimen”. Están presentes, en cambio, los Ministros de Relaciones Exteriores de Rusia, Turquía y Arabia Saudita, el secretario de Estado americano John Kerry (promotor del encuentro) y delegados de Irán, la Unión Europea, Irak, Egipto y China..

El encuentro austríaco surge a un mes del ingreso de Rusia al conflicto sirio, con una serie de ataques aéreos lanzados por la aviación de Moscú contra el Estado Islámico y contra otros grupos yihadíes. Washington y Moscú han mantenido posiciones distantes entre sí desde el comienzo de la crisis, pero el encuentro de hoy, precedido por la cumbre del “cuarteto” de ayer (Estados Unidos, Rusia, Turquía y Arabia Saudita) conforman el intento de convertir en internacional un conflicto que ha causado ya la muerte de 250.000 personas desde marzo de 2011.

Dirigiéndose a los participantes, el secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, pidió a todos que muestren “flexibilidad”, además de decir que él está “confiado” por el alto nivel de los participantes en los coloquios.  “Tengo la esperanza de que verdaderamente podrán examinar a fondo la cuestión –dijo el jefe de la diplomacia en la ONU-, mostrándose flexibles, prescindiendo de las diferencias en los puntos de vista y el abordaje”, porque a esta crisis no puede dársele una “solución militar”.

Entre las cuestiones irresueltas en la mesa de negociación de la diplomacia internacional, están el rol de presidente Assad y su eventual salida del panorama (político) sirio, la campaña militar que continúa desarrollándose en el país árabe en el contexto de una guerra civil, y la lucha contra el estado Islámico y los movimientos yihadistas.

En el encuentro de hoy están presentes el representante saudita (Ministro de Relaciones Exteriores Adel al-Jubeir) y su homólogo iraní (Mohammad Javad Zarif), las dos potencias de Medio Oriente que luchan tras las bambalinas por la supremacía en Siria. Teherán es un estrecho aliado del presidente sirio Bashar al-Assad, mientras que los sauditas apoyan fuertemente al bando de la oposición (y también a los grupos yihadistas internos, entre los cuales está los alqaedistas de al-Nusra), que quiere derribar al actual gobierno.  

La mayor parte de los países están representados a nivel ministerial, por sus Ministros de Relaciones Exteriores, excepto China que ha enviado a su vice. Por las Naciones Unidas está presente el enviado especial por Siria, Staffan de Mistura. Los dos días de encuentros en Viena tienen la intención de colmar, al menos en parte, la distancia entre los Estados Unidos y su coalición, que apoyan a los rebeldes, y a los dos principales aliados de Damasco, que son Rusia e Irán. Los gobiernos de estos últimos países últimamente han reforzado la presencia militar en Siria, en apoyo del presidente Assad.

No obstante esto representa un desarrollo positivo, en muchas de las Cancillerías occidentales se minimizan los resultados a corto plazo de estos coloquios sobre la cuestión siria.; la situación en el campo es compleja, y la presencia de movimientos yihadistas, entre ellos, los milicianos del estado Islámico, vuelven aún más violento y sanguinario el cuadro general. La cumbre de hoy e un “intento” en la búsqueda de un terreno común sobre el cual dialogar en pos de un futuro de paz, si bien por el momento nadie puede garantizar la eficacia de este proceso. Washington y sus aliados (entre los cuales están Turquía y Arabia Saudita), no obstante se mantienen firmes con respecto a la expulsión de Assad, han abierto la posibilidad de que ésta no sobrevenga “de inmediato”. De ahora en más, queda por ver cuáles podrían ser las eventuales concesiones de Rusia e Irán, quienes apoyan al presidente sirio. Entre éstas, el apoyo de Teherán, que no está excluido, para un período de “transición” de seis meses, seguido de elecciones, para decidir el futuro de Assad y del país.

Mientras tanto, en Washington el vocero de la Casa Blanca, Josh Earnest, apoyando a algunos grupos rebeldes sirios, enviándoles armas y municiones (que en el pasado han terminado en manos de los grupos yihadistas).