Aung San Suu Kyi triunfa en las urnas: El amanecer de una nueva era en Myanmar
de Francis Khoo Thwe
En las primeras elecciones libres e inclusivas de los últimos 25 años se perfila el éxito de la oposición, guiada por la Nobel por la paz. Para ella es posible el rol de Prémier. Los dirigentes del partido de gobierno admiten la derrota. Buena afluencia en el Estado Kachin, pero hay casos de irregularidades. Voto negado a los Rohingya. Aplauso de la comunidad internacional; pero sobre el futuro pesa la incógnita militar.

Yangon (AsiaNews)- En Myanmar se anuncia una “victoria aplastante” del partido de la oposición, la Liga nacional por la democracia, guiado por la Nobel de la paz, Aung San Suu Kyi, en las primeras elecciones más inclusivas y participadas del país asiático de los últimos 25 años. Un vocero de la Nld habla del 70% de las “urnas conquistadas”,y si bien los dirigentes invitaron a la calma y la “Señora” misma no quiere comentar las cifras, se dejan escapar comentarios de los cronistas al público: “Pienso que todos vosotros tenéis una idea de los resultados”. Para el movimiento democrático se abre por lo tanto el camino del gobierno de Myanmar, después de la sonora derrota del Ejecutivo saliente guiado por la Union Solidarity Developmene Party (Uspd), emanación de la ex –junta. Si bien no faltan invitaciones a la prudencia, por que el ala militar continúa - entre bastidores- manteniendo un rol de primer plano en el país y no parece dispuesta a celebrar el cambio.

Por el momento se confirmaron los resultados relativos por algunos escaños del distrito electoral de Yangon; 35 sobre 36 los conquistados por exponentes de la Nld. El líder del partido de gobierno Uspd U Htay Oo admite la derrota en la propia sede - distrito de Hinthada- y no esconde que este dato refleja la tendencia en escala nacional. “Debemos entender las razones de la derrota- agrega- por lo tanto aceptamos los resultados del voto sin ninguna rémora”. Hasta el cotidiano filo-gubernamental Global News Light of Myanmar habla de “amanecer de una nueva era para el país”.

Sin embargo, para entender cuáles serán las reales indicaciones surgidas de las urnas se necesitarán, quizás 10 o 12 días; para la elección del presidente, el voto no se debería realizar antes de febrero - o también más tarde- cuando tomará posesión  en modo oficial el nuevo Parlamento. Ya hoy, la Comisión electoral - objetivo de críticas en las semanas pasadas por irregularidades, falta de independencia y problemas en la preparación de las listas y en la organización del voto - retardóvarias horas el anuncio de los primeros resultados.

Un cuarto de escaños están reservados a los militares y para adjudicarse la mayoría la Ndl debe conquistar al menos los dos tercios. Decenas de miles de personas están comprometidas en el conteo de los votos, en cada uno de los cincuenta mil centros donde se votó en la jornada de ayer. Activistas y organizaciones internacionales aplauden las elecciones “bien organizadas”, confirmando que las operaciones se desarrollaron en modo “fluido”, con algunos casos “aislados” de irregularidades. También se debe subrayar que centenares de miles de personas - sobre treinta millones de votantes se registró una afluencia del 80% más o menos - no ha podido expresar la propia preferencia. Entre cuántos han visto que se les negó el derecho al voto están los musulmanes Rohingya, minoría del Estado occidental de Rakhine a menudo perseguida por las autoridades birmanas y por los movimientos extremistas budistas.

Buena por otro lado, la participación al voto en las áreas habitadas por minorías étnicas, en particular en el Estado septentrional kachin, teatro en los últimos cuatro años de una sanguinaria guerra entre movimientos independentistas locales y el ejército nacional. Fuentes de la zona hablan de miles de personas listas para desafiar el aire helado desde las primeras horas de la mañana en Myitkyina, capital del Estado Kachin, para expresar la propia preferencia. Para muchos se trata de la primera votación y el sentimiento más difundido entre la gente es el de “felicidad”.

A la espera de los resultados oficiales, parece igualmente confirmado el suceso personal de Aung San Suu Kyi, de 72 años quien es el ícono de la lucha por los derechos en Myanmar que se convirtió, en los últimos años, en una política de primer plano del panorama birmano. La “Señora” aparece como la principal candidata para guiar el país. Se habla como un rol de Premier - aunque si bien no podrá revestir el cargo de presidente. En la vigilia del voto lanzó un desafío al gobierno saliente y a los militares que, rechazando emendar una norma “contra personam”, le han impedido participar para el cargo de jefe de Estado. La líder de la oposición ha anunciado que, en caso de victoria de su partido, sería ella quien guiaría el gobierno y tendría un rol  “más arriba del presidente”.

Aung San Suu Kyi, parece por lo tanto dispuesta asumir el honor - y la carga después de años de lucha política- de guiar el país también sin el preciso reconocimiento institucional, a través de un ejecutivo de “reconciliación nacional”. Por el resto, ya en octubre de 2013, en una entrevista exclusiva a AsiaNews había afirmado que “paz y unidad” eran los valores a través de los cuales sería posible “construir una Birmania democrática”.