​Tokio: explosión en el Yasukuni, centro del patriotismo nipón
Una detonación produjo daños en los baños del santuario donde los japoneses honran a los héroes de la Segunda Guerra Mundial. No hay muertos y heridos. Algunos de los caídos allí venerados con considerados criminales de guerra por la comunidad internacional y sobre todo por China y por la dos Coreas.

Tokio (AsiaNews/Agencias) – Una explosión fue verificada esta mañana en el santuario de Yasukuni en Tokio, la cual produjo daños en el techo y en los pisos de los baños del edificio. No se registraron muertos ni heridos. La policía de la capital no tiene claros cuáles fueron las causas de la detonación, pero hizo saber que en lugar se hallaron restos de cables y de baterías. Se sospecha que hubo un ataque deliberado al santuario donde los japoneses honran a sus héroes de la Segunda guerra Mundial, algunos de los cuales son considerados criminales por la comunidad internacional, y sobre todo, por China y por las dos Coreas. La visita al lugar de culto por parte de los políticos japoneses cada tanto causa fricciones entre estos países. 

Al sitio de la explosión acudieron, de inmediato, los bomberos, junto a una brigada anti-explosivos, porque se temía que aún hubiera artefactos sin detonar en el lugar. La detonación produjo un agujero de 30 cm en el cielorraso. El santuario sintoísta hoy está particularmente concurrido, debido al comienzo de la Fiesta de los primeros frutos, día feriado en todo Japón. Luego del incidente, el Yasukuni canceló la visita de niños al festival.

Para los japoneses, el Yasukuni es un símbolo del patriotismo. Allí, los caídos en la guerra son venerados, más que recordados. En la lista de hérores, sin embargo, figuran también 14 criminales  "clase A"  de la Segunda Guerra Mundial. En el pasado mes de abril, la visita al santuario de un miembro del gobierno de Shinzo Abe, pocas horas luego del encuentro del prémier japonés con Xi Jinping, desencadenó las protestas de Beijing. 

Ya desde el año 2006, la Iglesia Católica japonesa viene afirmando que “es imposible sostener que es justo, para un católico, visitar el santuario”.