Riad suspende la lapidación de una trabajadora doméstica esrilanquesa
de Melani Manel Perera
La mujer es madre de dos niños. Fue condenada a la pena de muerte por adulterio después de haber mantenido una relación extraconyugal. El amante, en cambio, debe recibir cien latigazos. Viceministro de Exteriores esrilanqués: “La reapertura del caso es una gran victoria”. El Ministerio se hará cargo de todos los gastos legales.

Colombo (AsiaNews)- Las autoridades de Arabia Saudita han decidido suspender la sentencia de muerte por lapidación de la mujer esrilanquesa que trabajaba en el Reino como doméstica. La trabajadora, cuya identidad no fue revelada, es madre de dos niños y fue condenada a la pena capital por adulterio. Mientras que su amante (un hombre no casado) ha de recibir cien latigazos.

Harsha de Silva, vice ministro de Relaciones Exteriores esrilanqués, informó ayer ante el Parlamento de Colombo la decisión de Riad de reabrir el caso. En los últimos días diversos líderes religiosos, activistas sociales y el gobierno de la isla asiática lanzaron un pedido urgente para que le fuera concedida la gracia.

De Silva agregó que algunos representantes diplomáticos de Colombo se reunieron en la cárcel con la condenada y le aseguraron que se llegaría a un acuerdo para la suspensión de la pena. “Para nosotros esto es una victoria”, dijo, agregando que el Ministerio se hará cargo de los honorarios y gastos legales en su totalidad, por la reapertura del proceso y que “hará todos los esfuerzos posibles para modificar esta sentencia”.

La semana pasada, el caso de la trabajadora hizo preocupar a la sociedad esrilanquesa entera. Mangala Samaraweera, ministro de Relaciones Exteriores, se encontró con su contraparte saudita para llamar la atención de Riad sobre el caso de la mujer. Además, el Muslim Council Sri Lanka, una organización de la minoría musulmana en la isla, escribió al rey saudita para pedir perdón en nombre de los culpables, subrayando el escaso nivel de instrucción y la situación de indigencia económica de ambos.

Asimismo, el National Sangha Council, una organización budista, escribió una carta a modo depedido al embajador saudita en Sri Lanka, pidiendo salvar la vida de la mujer. Luego de la carta, se hicieron manifestaciones frente a la embajada y frente a la oficina de las Naciones Unidas en la capital de Sri Lanka.