​Obispo filipino pide repatriar a trabajadores migrantes que se encuentran en Arabia Saudita e Irán
Preocupa la escalada de tensión en Medio Oriente y las fricciones entre Riad y Teherán. Mons. Santos, presidente de la Comisión para el cuidado de los migrantes: “Debemos garantizar la seguridad de nuestros trabajadores en el exterior y estar dispuestos a repatriarlos, ofreciéndoles un trabajo en Filipinas”. Satisfacción y alegría por la amnistía concedida por Qatar a 10 filipinos presos.

Manila (AsiaNews/Cbcp) – Manila debe repatriar a los trabajadores filipinos que han emigrado a Arabia Saudita e Irán, a causa del deterioro de relaciones entre los dos países musulmanes ocurrido en los últimos días. Es el llamado que Mons. Ruperto Santos, obispo de Balanga y presidente de la Comisión para el cuidado de los migarntes, ha dirigido hoy al gobierno de Benigno Aquino. Según el prelado, la escalada de tensión, debida al asesinato del dignatario chiita Nimr al-Nimr en Riad, y el consecuente asalto a la sede diplomática saudita en Teherán, pondría en riesgo la integridad y la seguridad de los ciudadanos filipinos y de sus familias.

“Debemos estar dispuestos – dijo Mons. Santos – a recibir en la patria a los trabajadores migrantes, brindándoles un trabajo así como dando asistencia a sus familias”. El prelado está “muy preocupado” por la situación en Medio Oriente, complicada por nuevas fricciones internas del Islam, y ha mandado a todos los fieles a rezar por la paz y la seguridad de los filipinos. 

El departamento para los Asuntos Exteriores de Manila aseguró que monitorea de cerca la situación, y que está dispuesto a utilizar todos los recursos para garantizar la integridad de los filipinos que trabajan en Medio Oriente.

Mons. Santos también expresó su alegría y satisfacción por la decisión de Qatar de conceder la amnistía a 10 prisioneros filipinos detenidos en las cárceles de dicho país. El obispo agradeció al emir Jeque Tamim bin Hamad Al Thani por los “actos de benevolencia”.

“En este Jubileo de la Misericordia – afirmó – experimentamos actos de perdón y de compasión. Hay vidas a quienes les ha sido ahorrado el castigo. Hay vidas que han sido salvadas. Del perdón de Qatar hemos de aprender una lección: debemos mostrar gratitud, más dedicación en el trabajo y disciplina en el respeto a las leyes y a las constumbres de estos países”.

Manila aún no ha identificado a los 10 trabajadores filipinos perdonadosni a sus condenas. El emir de Qatar suele conceder la amnistía dos veces al año: durante el Ramadan, y a fin de año. En julio de 2015, durante el mes sagrado de los musulmanes, fueron perdonados otros 12 filipinos.

Los trabajadores filipinos emigrados al exterior son cerca de 10 millones, de los cuales 2,2 millones se encuentran en Arabia Saudita. De ellos, 79 están en el corredor de la muerte en varias partes del mundo, incluyendo a 41 en Malasia y a 27 en Arabia Saudita.  El 30 de diciembre pasado, un filipino que trabajaba colocando revestimientos fue decapitado en Arabia Saudita por no haber pagado el  “precio de su sangre”.