Seúl, abiertas la Puertas Santas en los santuarios de los mártires coreanos

Para conmemorar los 150 años del inicio de la feroz persecución Byeong-in, la Iglesia de la capital inicia el Jubileo en los santuarios que celebran a los primeros testigos de la fe en el país. El cardenal Yeom: “Miramos a nuestros predecesores y reconocemos que nuestra fe es más débil que la de ellos. El Señor nos ayude a seguir su ejemplo”.


Seúl (AsiaNews)- Para conmemorar los 150 años del inicio de la feroz persecución anti-cristiana conocida como Byeong-in, la arquidiócesis de Seúl abrió tres Puertas Santas en otros santuarios dedicados a los primeros mártires de la Iglesia católica coreana. La decisión es parte del año dedicado a la conmemoración del martirio proclamado por el arzobispo de la capital, cardenal Yeom Soo-jung.

En la homilía pronunciada el 23 de febrero pasado, primer día de este año especial, el prelado dijo: “Si miramos a los mártires de hace 150 años atrás, reconocemos que nuestra fe es más débil que la de ellos. Que el Señor nos ayude a seguir el ejemplo de nuestros predecesores en la fe.

La gran persecución Byeong-in inició por orden de la monarquía coreana el 23 de febrero de 1866. Asustados por el mensaje cristiano, que predica la igualdad entre los hombres y de hecho contradice la enseñanza confuciana, los líderes coreanos de la época ordenaron una redada de proporción nacional contra los católicos. Unas nueve mil personas, más o menos la mitad de la Iglesia total de la época, murieron de muerte violenta por orden del rey.

El mismo día, 150 años después, fueron abiertas la Puertas Santas en tres santuarios archidiocesanos dedicados a la memoria de los mártires: el mausoleo de Jeoldusan (v. foto); el santuario de Saenamteo; la iglesia católica de de Yakhyeon. En la ceremonia de apertura han participado, escribe la Oficina de la archidiócesis, unos dos mil fieles en cada lugar.

El arzobispo en cambio abrió el año dedicado a la memoria de ellos en la catedral de Myeongdong, en el corazón de la capital: “Si miramos a los católicos de hace 150 años, nuestra fe hoy parece más débil, no obstante la libertad religiosa que gozamos. Por esto debemos recordar a nuestros predecesores, que han conservado la fe y han continuado creyendo aún en las situaciones más dolorosas”.

Es importante, concluyó el card. Yeom: “meditar sobre este ejemplo. No podemos ir adelante sin reflexionar sobre nuestro pasado. Que el Señor nos ayude a seguir el ejemplo de los mártires y a vivir la vida al servicio de los otros”.