Nepal, continúa la sequía. La población, en riesgo de morir de hambre
de Christopher Sharma

En la región de Karnali faltan las precipitaciones desde el mes de julio. Se trata de una de las áreas más pobres del país, con la más baja tasa de instrucción. Carecen de dispositivos para el riego, y la única fuente de agua son los estanques, que lamentablemente se han secado. Se ha perdido la mitad de la cosecha; el éxodo de jóvenes al exterior; residentes obligados a vender las ollas de la cocina para poder comprar comida.


Katmandú (AsiaNews) – Luego del terremoto de abril de 2015, los largos meses de embargo indio sobre sus bienes de exportación, la dificultad en la reconstrucción y distribución de la ayuda internacional y la agitación de las minorías, la población nepalesa ahora está en riesgo de morir de hambre a causa de la sequía. La más particularmente afectada es la región del noroeste, conocida como Karnali, donde las lluvias no caen desde julio pasado, y los agricultores ya han perdido la mitad de la cosecha. Lotai Lama, residente en Simkot , en el distrito de Humla, afirma: “No tenemos grandes sueños, sólo queremos sobrevivir. Olvidad los  derechos humanos, la política y los demás derechos democráticos… no sabemos siquiera si podremos comer dos veces al día, o sobrevivir, al menos”.

Según Chandra Prasad Risal, funcionario del ministerio de Agricultura, la región ha sido afectada por la ola de sequía más grande de los últimos 40 años. Haribol Gajurel, ministro de dicha cartera, comentó:  “Sabemos que la región de Karnali sufre a causa de un círculo vicioso de pobreza. Pero no dejaremos que nadie muera de hambre. Proveeremos de comida y de los otros artículos necesarios, tomándolos de otras partes del país”.

A pesar de las garantías dadas por el ministro, las condiciones de la población en los distritos de Humla, Dolpa, Kalikot, Jumla y Mugu son desesperantes. La región de Karnali está entre las más pobres del país, con la más baja tasa de instrucción. La población está empleada casi exclusivamente en el rubro de la agricultura, y depende de las precipitaciones, que influyen a su vez, en la marcha de la cosecha.  No existen dispositivos de riego, y sobre el terreno cultivado crecen el arroz, maíz, patatas, legumbres, trigo sarraceno, mijo y soja.  

Ramsagar Sinha,  jefe de la Oficina del distrito encargada del desarrollo agrícola (DADO), refiere que “la producción agrícola se ha reducido en un 50%, y la mayor parte de las tierras han quedado sin cultivar. Incluso la cosecha invernal, que normalmente crece con el derretimiento de las nieves, ha sentido los efectos de la sequía. La verdad es que el área necesita de apoyo externo para poder alimentar a las familias”.

En Dolpa, donde el 90% de los campos depende de las precipitaciones, los terrenos agrícolas han quedado estériles. Bhim Bahadur Dharala, responsable de la DADO para el área, dijo que el 80% de los cultivos invernales no han logrado arraigarse.

Una ulterior consecuencia de la crisis agrícola es el éxodo de jóvenes al exterior. La mayor parte va a la India en busca de trabajo, y en sus pueblos quedan sólo ancianos y personas enfermas. Uno de los residentes, Hariyo Damai, admitió que se vio obligado a vender los utensilios de cocina para poder comprar comida. “Por primera vez en toda mi vida –dijo- los estanques, (que son) nuestra única fuente de agua, se han secado” .

En el distrito de Kalikot, la falta de comida aflige a 35.000 personas; en el de Jumla, la producción de arroz se redujo un 20%, y la de las legumbres un 30%.