Aún no hay ninguna reivindicación del atentado de Ankara. El gobierno sospecha de los kurdos
de NAT da Polis

Entre los ejecutores más probables están el grupo de los TAK, los Halcones alados por la libertad del Kurdistán, una rama incluso más radical que el PKK. Dudas acerca del rol geopolítico de Turquía  en el tablero medio-oriental. La gran popularidad de Erdogan.


Estambul (AsiaNews) - A poco más de diez horas de la potente explosión que sacudió el centro de Ankara, cerca de la Asamblea Nacional,  ningún grupo se había reivindicado la autoría todavía. Tras el anonimato, un alto funcionario de los servicios de seguridad confirmó la falta de reivindicaciones, así como el hecho de que el atentado fue un ataque suicida.  

Funcionarios del Ministerio del Interior barajan las hipótesis de que los responsables han de ser hallados en el PKK (el Partido Kurdo de los trabajadores, que es ilegal) o en sectores cercanos a él,  como los TAK, los Halcones alados por la libertad del Kurdistán,  una rama aún más radical que el  PKK, que no obedece a los intentos del diálogo y apertura del jefe del PKK,  Abdullah Öcalan.

La potentísima explosión de ayer sucede a  casi un mes de otra, ocurrida también en la capital turca,  y que provocó, también en dicha ocasión, muchísimos muertos y heridos.  Tantos esta vez como la anterior, el intento de los perpetradores ha sido atacar ubicaciones neurálgicas de la capital turca, cercanas a sedes institucionales. Esta vez, al  igual que un mes atrás, pocas horas luego de la explosión, fue terminantemente negado el acceso a las redes sociales: inmediatamente, un tribunal de Ankara prohibió el acceso a Facebook, a Twitter y a los demás medios sociales.

Los observadores en la capital están sorprendidos por la capacidad de acción de los perpetradores, no obstante las draconianas medidas de seguridad tomadas por el gobierno turco luego del atentado ocurrido un mes atrás. . Según estos observadores, eso demuestra que la Turquía de Erdogan se encuentra en grandísimas dificultades para gestionar tanto la cuestión kurda como su rol geopolítico en el tablero medio-oriental tras la debacle siria.

Al mismo tiempo, se está observando una radical polarización de la sociedad turca, donde una gran parte apoya al presidente Erdogan, creyendo que Turquía atemoriza a las potencias de la Tierra.