Tel Aviv, un “oasis espiritual” para los migrantes, dedicado a la Virgen

Nacido en febrero de 2014, el Centro pastoral Nuestra Señora Mujer de Valor permite “practicar la fe” y disfrutar de las “múltiples actividades pastorales”. Cada fin de semana miles de fieles participan en las celebraciones, a las cuales siguen almuerzos comunitarios. Catecismo, jardines maternales y centros de día son algunas de las actividades presentes en el complejo. Iniciativas especiales por el Año de la Misericordia.


Tel Aviv (AsiaNews) – Un oasis de ”consuelo espiritual, de formación y de apoyo” en la sociedad, que permite a las numerosas comunidades de migrantes católicos, presentes en Israel, “reunirse y practicar la fe”, aprovechando al mismo tiempo las “múltiples actividades pastorales” que allí se proponen.  Es éste el objetivo que anima el Centro pastoral Nuestra Señora Mujer de Valor en Tel Aviv, que ha abierto sus puertas en febrero de 2014 en un centro al sur de la metrópolis y que, en estos dos años, ha ampliado sus actividades. Como cuenta el sitio del Patriarcado latino en Jerusalén (LPJ), filipinos, indios, eritreos, senegaleses o sudaneses, “todos encuentran un lugar de consuelo espiritual”.

Las instalaciones surgen en el corazón de un vecindario popular, cerca de la estación central de Tel Aviv, área en la cual se concentra la mayor parte de las actividades pastorales de migrantes.

El centro también se ha convertido, a lo largo del tiempo, en “parroquia” de cientos, sino miles de fieles, que entre el viernes y el domingo colman las misas. Cada celebración registra la presencia de al menos 400 personas, al término de la cual a menudo siguen momentos de convivencia y almuerzos en comunidad.

La “casa” ya en su nombre confirma el estrecho vínculo con el mundo judío: de hecho, “mujer de valor” es un título mariano inspirado en un pasaje del libro de los Proverbios, en particular, en el capítulo 31, donde se traza de esta forma el perfil de la madre que protege a los hijos”.

Allí también son organizadas actividades educativas y culturales para niños, los cuales pueden también asistir a los cursos de catecismo en lengua hebrea, que es la que usan en las escuelas y en la vida cotidiana. También hay encuentros de preparación para recibir los sacramentos, a tal punto que este año 50 niños recibirán la Primera Comunión, y 25 muchachos la Confirmación.  

Pero fundamentalmente, el Centro pastoral Nuestra Señora Mujer de Valor es un lugar en el cual cada día se afrontan los desafíos que plantea la sociedad, con el objetivo de restituir una vida más digna y decente a los migrantes. En este sentido, el Padre David Neuhaus, vicario patriarcal latino y coordinador de la pastoral de los migrantes, trabaja en estrecho contacto con las más importantes ONG para brindar programas y dar solución a las principales emergencias. De aquí surge el proyecto de los jardines maternales, que han pasado de hospedar a 6 niños en el año 2014, a los actuales 51, que están bajo el cuidado de una docena de maestros.  Y aún más, la inauguración de un centro de tratamiento–la casa de San José- para acoger a los pacientes que están bajo tratamiento prolongado. A menudo, de hecho, los migrantes no pueden afrontar tratamientos médicos costosos, y terminan encontrándose en la calle, enfermos y abandonados a su suerte.

Actualmente quien dirige el centro es un sacerdote filipino, el Padre Mako, en misión en Tierra Santa por tres años. En estos meses, su objetivo es promover eventos e iniciativas en el marco del Año jubilar de la Misericordia. Entre ellas, se encuentra la recolección de botellas vacías, cuyo beneficio será utilizado para iniciativas de caridad. También se planean dos peregrinaciones a la puerta de la misericordia de Belén y Jerusalén para permitir a los parroquianos “experimentar el amor de Dios”. Por último, él ha exhortado a "cada uno de los fieles para que, a lo largo del año, cumplan, al menos, una obra de misericordia corporal”.