Xi Jinping pone en guardia sobre “infiltraciones extranjeras” en las religiones
de John Ai

En una conferencia de alto nivel, llevada a cabo el fin de semana pasado, el presidente chino deja en claro que las religiones tienen que ver con “la seguridad del Estado” y con la “unificación de la nación”. Se vuelve a proclamar la “chinalización”: la política religiosa del Partido sigue siendo la misma.


Beijing (AsiaNews) – La agencia Xinhua difundió la noticia de que los pasados 22 y 23 de abril en la capital se mantuvo un encuentro de alto nivel sobre asuntos religiosos, en el cual participó también el presidente Xi Jinping. En esa oportunidad, Xi dijo que los asuntos religiosos son un tema importantísimo para el Partido y para el gobierno de la nación, “estando éstos ligados a la seguridad del Estado y a la unificación de la nación”.

Es habitual que estos dos temas (seguridad y unificación) sean citados para referirse a los musulmanes del  Xinjiang y a los tibetanos del Tíbet. Ambos grupos son a menudo acusados de terrorismo y de trabajar en pos de la autonomía del territorio, separándolo de la madre patria. Pero en la retórica del Partido ya no se hacen distinciones con las demás religiones, a pesar de que éstas no tengan características violentas o veleidades independentistas.

Xi incluso dijo que los grupos religiosos “deben mezclar la doctrinas religiosas con la cultura china, obedecer a los reglamentos y a las leyes chinas, entregarse por completo a la reforma de China y a la apertura, a la modernización socialista, para contribuir a la realización del sueño chino y al rejuvenecimiento nacional”.  

El Diario del Pueblo en su edición de ayer ha reiterado que los cuadros y miembros del Partido deben apoyar la “chinalización de las religiones” y mejorar “el grado de legalidad de los asuntos religiosos”.

Según el Diario del Pueblo, Xi ha pedido al Partido “adherir y desarrollar las teorías religiosas con características chinas”,  apoyando el principio de “independencia” y adaptando la religión a la sociedad socialista. El presidente chino luego reiteró que el Partido debe resistir las infiltraciones religiosas del exterior, vigilar los pensamientos religiosos extremistas, prestar atención a los contenidos religiosos on-line, propagar las teorías religiosas del Partido y las indicaciones “difundiendo voces positivas”.   

Yu Zhengsheng, miembro del Politburó, con Xinjiang y el Tibet a su cargo, estuvo presente en la conferencia. Dijo que el Partido debe “domar el impacto negativo de las religiones partiendo de los más altos niveles”.

 

A partir de todos estos temas y afirmaciones, salta como evidente que la política religiosa del Partido comunista chino seguirá siendo la misma de siempre.