Medico indio: Maternidad a los 72 años, fruto de la globalización de la indiferencia
de Nirmala Carvalho

El caso de la madre anciana ha generado el debate en torno a práctica médicas “inhumanas e inmorales”. La India se ha convertido en la meta privilegiada para el turismo médico. El sector de la fecundación asistida factura 4,4 millardos de euros al año. Sobre todo el territorio están diseminadas clínicas que permiten los tratamientos in vitro y ofrecen el servicio de maternidad subrogada.


Mumbai (AsiaNews) – Diversas asociaciones médicas indias han decido formar un comité científico a fin de dar lineamientos acerca de las pautas en las prácticas médicas. La decisión llegó al día siguiente de darse a conocer el caso que sacudió a la opinión pública mundial, respecto a una mujer india que dio a luz su primer hijo a la edad de 72 años, gracias a la fecundación in vitro. El Dr. Pascoal Carvalho, miembro de la Pontificia Academia para la vida, dice a AsiaNews: “El nacimiento de ese niño es fruto de la globalización de la indiferencia, y hace surgir cuestiones éticas y morales serias. La profesión médica se ha reducido a una guerra sostenida por el marketing”.

Asociaciones de categoría, como la ISAR (Indian Society of Assisted Reproduction) y la FOGSI (Federation of Obstetrics and Gynaecological Societies of India), han pedido la intervención del gobierno para poner un freno a las prácticas de salud “inhumanas e inmorales”. Los médicos se quejan de la lentitud con que procede el itinerario legislativo de la Assisted Reproductive Technology (ART) Bill, que languidece en el Parlamento.

Los doctores, de los cuales sólo más de 2.500 expertos están en la asociación ISAR, se han expresado en contra del caso de Daljinder Kaur, de 72 años. Y de su médico, el Dr. Anurag Bishnoi, que gestiona una clínica en el Estado de Haryana que ofrece tratamientos de fertilidad, y los brinda incluso a las mujeres que atraviesan la menopausia.  

La historia de la madre más anciana del mundo se dio a conocer la semana pasada. En el mes de abril, la Sra. Kaur dio a luz a su primer hijo, llamado Arman (“deseo” en hindi), que nació después de 46 años de matrimonio con el marido, Mohinder Singh Gill, de 79 años. La pareja jamás aceptó volverse padres de niños adoptivos, y decidió, en cambio,  someterse a la fecundación in vitro (IVF) luego de haber visto una anuncio publicitario de la clínica.

El Dr. Carvalho considera que “la mujer fue utilizada como vidriera para mostrar la tecnología y las competencias médicas. Y es aún más peligroso el mensaje sutil que quiere transmitirse a través de esto: convencer a las mujeres jóvenes que optar por la fecundación asistida es un método absolutamente seguro y sin riesgos”.  

El Dr. Duru Shah, presidente designado por la ISAR, afirma: “En casos de este tipo, las probabilidades de que haya complicaciones médicas son muy elevadas. Además de no recibir a estos pacientes, es importante que los especialistas les brinden consejos sobre el tema”.

Según el médico, el Medical Council of India (MCI) debe instruir lineamientos muy precisos, como en el caso de la adopción. “Hay límites de edad para aquellos que desean adoptar –dice- y lo mismo debe suceder para la fecundación”. El comité ético del MCI se reunirá el próximo 24 y 25 de mayo. “Las indicaciones de dicho encuentro –afirma- deberán también contener el límite de los 48 años de edad para los embarazos, más allá de los cuales no deberá ser permitido ningún tratamiento. Es importante que el niño transcurra años de vida con sus propios padres”.  

El Dr. Carvalho informa que “la India se ha convertido en una meta privilegiada para el turismo médico, y en particular para los tratamientos in vitro o la maternidad subrogada. El sector de fecundación factura cerca de 5 millardos de dólares al año [4,4 millardos de euros] y en el país existen más de 500 clínicas. Esta floreciente industria médico-tecnológica, además de ser deplorable y peligrosa, sin reglas formales, o preocupaciones de carácter legal, moral y ético, desencadena la corrupción y las estafas”.