Justicia y Paz: la pena de muerte “es inútil y equivocada”, Indonesia es demasiado corrupta
de Mathias Hariyadi

Yakarta anunció la ejecución inminente de quince detenidos. El p. Siswantoko, secretario ejecutivo de la Comisión, denuncia las lagunas del sistema judicial que no garantiza penas a los culpables y encarcela a inocentes: “La pena capital no es un disuasorio para los vendedores de droga. Muchos de ellos continúan trabajando detrás de las rejas.


Yakarta (Asianews)- No hay “ningún dato válido o información que indique que la pena de muerte haya reducido o minimizado el negocio de la droga en Indonesia”. Según el p. Siswantoko, secretario ejecutivo de la Comisión episcopal Justicia y Paz, este es uno de los motivos por el que la pena capital debe ser eliminada. La Iglesia indonesia volvió a expresarse sobre las penas extremas que rigen en el país contra los narcotraficantes, luego de que Yakarta anunciara la inminente ejecución de quince detenidos.

El sacerdote explica que la pena de muerte no resolverá la plaga de la venta de estupefacientes si el sistema judicial sigue permaneciendo tan corrupto como lo es ahora: “Aquello que sabemos a través de la prensa- dice- es que no hay existe el efecto disuasivo que las penas deberían tener. Estamos alarmados al saber que algunos señores de la droga podían continuar con sus negocios incluso tras las rejas”.

Los datos de Tranparency International, actualizados al 2015, muestran que la opinión pública indonesia percibe el sector público como muy corrupto, clasificando al país en el 88° lugar sobre 168. Recientemente, el secretario general de la Corte suprema de Yakarta terminó en el centro de un caso de corrupción: habría favorecido a algunos sospechosos a cambio de sumas de dinero.

La Comisión de Justicia y Paz, afirma el p. Siswantoko, está activa desde hace tiempo para denunciar las ejecuciones capitales y garantizar justicia a los inocentes que terminan en prisión debido a “errores judiciales”. Él  cuenta el episodio de Christian, un comerciante de granos que en el año 2008 fue condenado a muerte por despacho de droga. Para la Comisión, que favoreció a once abogados que trabajan para Christian, el hombre es víctima de ser confundido con otra persona, y fue elegido por la policía como chivo expiatorio.

La pena capital debe ser anulada, afirma el sacerdote, “porque el sistema legal en Indonesia está podrido. No existen garantías de que los imputados son las personas que deberían ser condenadas, porque el sistema legal y burocrático es una cadena de corrupción”.

Hace pocos días, intervino, en relación al tema, Mons. Ignatius Suharyo, presidente de la Conferencia episcopal (KWI). En el curso de un seminario en la universidad católica Atrma Jaya de Yogykarta, él reafirmó la posición de la Iglesia, que “rechaza firmemente” la pena de muerte y defiende la vida desde su concepción hasta la muerte natural.

Indonesia tiene una de las leyes anti-droga más severas del mundo, para combatir la que el presidente Joko Widodo definió como “una emergencia nacional”. Entre 1979 y 2015, fueron llevadas a término sesenta y seis ejecuciones capitales.