Papa: Todos los cristianos tienen una misión estupenda y destinada a todo el mundo

Francisco comenta el Evangelio de Lucas, donde los "trabajadores" de los cuales habla Jesús "son los misioneros del Reino de Dios. Su tarea es anunciar un mensaje de salvación destinada a todos". La misión "se ve obstaculizada por el maligno. Es por eso que el trabajador del Señor "se esforzará por ser libre" de cualquier condicionamiento humano.
 


Ciudad del Vaticano (AsiaNews) - La tarea del cristiano en el mundo " es una misión estupenda, es una misión destinada a todos, una misión de servicio sin excluir a nadie; requiere de tanta generosidad y sobre todo de una mirada y de un corazón dirigidos a lo alto, para invocar la ayuda del Señor. Hay tanta necesidad de cristianos que testimonien con alegría el Evangelio en la vida de todos los días". Lo dijo el Papa Francisco antes de la oración mariana del Ángelus, al comentar el Evangelio de Lucas sobre los "trabajadores" que el "Señor de la mies" debe enviar a trabajar. Son los misioneros del Reino de Dios, una tarea a la que están llamados todos los cristianos.

La tarea de estos trabajadores "es anunciar un mensaje de salvación dirigido a todos, los misioneros no son solamente los que van lejos, sino también nosotros, todos. Y éste es el don que nos da Jesús con el Espíritu Santo. Y este anuncio es decir: «El Reino de Dios está cerca de vosotros». (v. 9). En efecto, Jesús nos ha «acercado» a Dios, Dios se ha hecho uno de nosotros. En Jesús, Dios reina en medio de nosotros, su amor misericordioso vence el pecado y la miseria humana”.

Esta es la Buena Noticia que los «obreros» deben llevar a todos: un mensaje de esperanza y de consolación, de paz y de caridad. Jesús, cuando envía a sus discípulos para que lo precedan en las aldeas, les recomienda: «Decid primero: «¡Que descienda la paz sobre esta casa!»… «Curen a sus enfermos» (vv. 5 y 9) Todo ello quiere decir que el Reino de Dios se construye día a día y ofrece ya en esta tierra sus frutos de conversión, de purificación, de amor y de consolación entre los hombres. Es una cosa linda ¡eh! Construir día tras día este Reino de Dios que se va haciendo. No destruir, sino construir".

El Papa luego se preguntó: “¿Con qué espíritu el discípulo de Jesús deberá desarrollar esta misión? Ante todo, deberá tener conciencia de la realidad difícil y a veces hostil que le espera. Pero Jesús no ahorra palabras sobre esto ¡eh!  Jesús dice: «Os envío como a ovejas en medio de lobos» (v. 3), ¡Clarísimo! La hostilidad que siempre está al comienzo, la persecución de los cristianos. Porque Jesús sabe que la misión se ve obstaculizada por la obra del maligno. Por eso, el obrero del Evangelio se esforzará por estar libre de condicionamientos humanos de todo tipo, no llevando dinero, ni alforja, ni calzado (cfr v. 4), como ha recomendado Jesús, para confiar sólo en el poder de la Cruz de Cristo".

Esto significa abandonar todo motivo de vanagloria personal, de arribismo, de fama, de poder, y ser instrumentos humildes de la salvación obrada por el sacrificio de Jesús, muerto y resucitado por nosotros»". La de los cristianos en el mundo "es una misión estupenda, es una misión destinada a todos, una misión de servicio sin excluir a nadie; requiere de tanta generosidad, y sobre todo, de una mirada y un corazón dirigidos hacia lo alto, para invocar la ayuda del Señor. Hay tanta necesidad de cristianos que testimonien con alegría el Evangelio en la vida de todos los días”.

Los discípulos enviados por Jesús, continua el Papa Francisco: “«volvieron llenos de alegría (v.17). Cuando hacemos esto, el corazón se llena de alegría. Y esta expresión me hace pensar en cómo se alegra la Iglesia cuando sus hijos reciben la Buena Noticia gracias a la dedicación de tantos hombres y mujeres que cotidianamente anuncian el Evangelio: sacerdotes, esos párrocos buenos que todos conocemos, religiosas, consagradas, misioneras, misioneros”.

Y concluyendo, dice "me pregunto...escuchen la pregunta: ¿cuántos de ustedes jóvenes, que están hoy presentes aquí en la plaza, perciben la llamada del Señor a seguirlo?  ¡No tengáis miedo! Sed valientes y llevad la antorcha que os ha sido dada por estos apóstoles. Roguemos al Señor, por intercesión de la Virgen María, para que en la Iglesia nunca falten corazones generosos, que trabajen para llevar a todos el amor y la ternura del Padre celestial".

Después del Ángelus, el Papa dijo: "Expreso mi cercanía a los familiares de las víctimas y a los heridos del atentado sucedido ayer en Dacca y también del sucedido en Bagdad. Recemos juntos. Recemos juntos por ellos, por los difuntos, y pidamos al Señor que convierta el corazón de los violentos enceguecidos por el odio". Luego reza un Ave María con los fieles que están en la plaza.

Inmediatamente después, saluda a los grupos presentes – Particularmente "a algunos peregrinos especiales, bajo el amparo de la Misericordia”- y recuerda que en el año del Jubileo, el próximo miércoles “celebraremos la memoria de Santa María Goretti, la muchacha mártir que antes de morir perdonó a su asesino.¡Esta valiente muchacha merece un aplauso de toda la plaza! A todos os deseo un buen domingo. Por favor, no se olviden de rezar por mí. ¡Buen almuerzo y hasta luego!"