Una declaración publicada por la oficina del flamante presidente Rodrigo Duterte elogia la muerte de casi 200 narcotraficantes –que nunca llegaron a juicio- en los dos meses posteriores a las elecciones. Diputado filipino: “La lucha contra el crimen parece haberse vuelto la forma de encubrir una política de asesinatos dirigidos”
una política de asesinatos dirigidos”
Manila (AsiaNews/Agencias) – los casi 200 presuntos dealers de droga asesinados sin proceso previo “representan un gran éxito para la campaña nacional contra las drogas”. Es lo que afirma un documento publicado por la oficina del flamante presidente Rodrigo Duterte, personaje polémico que ha hecho de la “mano dura” su mayor caballito de batalla. La campana, continúa el texto, “no es perfecta, por cierto. Pero una generación de filipinos ha sido salvada de esta escoria de la sociedad”.
Del 10 de mayo (fecha de la victoria electoral de Duterte, que luego asumió su mandato el 30 de junio) al 10 de julio han muerto 192 personas en enfrentamientos a fuego con la policía. A éstas, deben sumarse otros 100 muertos más, también de presuntos despachantes de droga, ajusticiados por “personas no identificadas” que luego dejaron los cadáveres con carteles al cuello en los cuales se denuncian los “crímenes”, que por otra parte, no han sido probados.
El gobierno aclaró que está “en contra” de estos hechos, que recuerdan a la población el período de los “escuadrones de la muerte” del dictador Marcos, pero según los críticos se trataría de declaraciones hipócritas, destinadas a conservar una fachada.
La senadora Leila de Lima, quien desde hace muchos años es una opositora incansable de Duterte, ha pedido al Parlamento que se investiguen estas muertes: “La batalla contra el crimen parece haberse vuelto una manera de encubrir una política de ejecuciones sumarias, que es sostenida por el Estado”.