Cracovia, jóvenes de todo el mundo y alerta máxima por la JMJ

A pocos días de inaugurarse la 13ra Jornada Mundial de la Juventud, se incrementan los controles en Wawel, en la plaza del Mercado y en el centro histórico de la ciudad. Pero la “invasión” pacífica de jóvenes colorea las calles. Y comienzan a verse los primeros centros vocacionales y los “confesionarios de plaza”, para estar mejor preparados para el evento que será conducido por el pontífice. Una delegación de Taiwán viaja durante 42 horas para llegar a la capital cultural de Polonia: “Agotador, pero hermosísimo”.


Cracovia (AsiaNews) – Hay jóvenes de todo el mundo aguardando la llegada del Papa Francisco, y poco a poco, van reuniéndose en Cracovia, al igual que ocurre con los servicios de seguridad nacional polacos.  De hecho, los atentados que en los últimos días han sacudido a diversas metrópolis europeas –desde Niza a Múnich-  han hecho que se eleve el nivel de alerta en la “capital cultural” polaca: en algunos de los puntos más importantes de la ciudad el tránsito está siendo limitado, y los controles de documentación, así como los registros, suelen ser muy frecuentes.

Aunque de manera discreta, los lugares más simbólicos de la ciudad están siendo custodiados. Sobre los tejados que circundan la iglesia de los Bernardinos, al pie del Castillo de Wawel, hay tiradores apostados que comienzan a estudiar las mejores ubicaciones para garantizar la seguridad del pontífice. Francisco pasará por estas calles antes de reunirse, en el castillo, con los líderes políticos y obispos polacos.

La plaza del Mercado, que se erige en torno a la espléndida basílica dedicada a la Virgen – la “Mariacki” – dispone de dos escenarios, frente a los cuales los jóvenes que van llegando pueden reunirse para escuchar música y conocerse. En las últimas horas, la policía municipal ha dividido la plaza en varios sectores: el acceso es libre, pero en caso de emergencia, inmediatamente se ponen en acto las medidas de seguridad. Ayer, la explosión repentina de un globo generó un caos momentáneo, y los policías inmediatamente rodearon al desafortunado grupo de jóvenes del cual provenía el sonido.

Sin embargo, el espectáculo más impresionante es la fila que uno ve surgir ante las grandes iglesias de Cracovia, formada por jóvenes que quieren confesarse o bien dedicar un tiempo a la Adoración. En las plazas menores se han dispuesto muchísimas carpas, de dimensiones importantes, que albergan centros vocacionales y confesionarios, y varios sacerdotes dan vueltas por el lugar llevando pequeñas banderas sobre sus hábitos, para indicar en qué idiomas pueden confesar.

En la Iglesia de San Florián –donde Juan Pablo II fue rector de la capilla universitaria- cerca de cien muchachos de la JMJ se dan cita las 24 horas al día, en adoración al Santísimo Sacramento. Un joven polaco cuenta a AsiaNews: “Aquí se practica mucho la Adoración, pero ver jóvenes de todo el mundo unirse en este momento de recogimiento es algo que me emociona muchísimo”.

Se refiere a los recientes episodios de xenofobia e intolerancia que se han registrado en el país: “Aquí no somos ni queremos ser racistas ni violentos –continúa Piotr- pero no podemos ocultar que está surgiendo un populismo malvado que luego lleva a enfrentamientos con las comunidades. No pienso tanto en los refugiados o en los musulmanes, que son la punta de un iceberg, sino también en los otros pueblos europeos, con los cuales, históricamente, Polonia ha tenido problemas”. En este sentido, concluye, “la Jornada Mundial de la Juventud es una bendición. Y esto va incluso más allá de la presencia del Papa Francisco: las nuevas generaciones, nosotros, demostramos que podemos dejar el pasado a nuestras espaldas”.

Teresa Wang llegó junto a una delegación “informal” de diez jóvenes de la catedral del Rosario en Kaohsiung, la segunda ciudad más importante de Taiwán. Entre el alerta por terrorismo en Múnich, los problemas para el ingreso a la Unión Europea, las escalas y los controles en el aeropuerto Juan Pablo II de Cracovia, llegar hasta aquí les ha llevado 42 horas: “Una experiencia agotadora –cuenta- pero hermosísima. Una vez más, estamos dispuestos a demostrar nuestro amor al Papa Francisco, en este encuentro. Pero sobre todo, esperamos poder conocer a muchos jóvenes, sobre todo de China continental, para poder proseguir una experiencia de intercambio durante el año que viene”. (VFP)