Nepal, el primer ministro presenta su renuncia: se libera el campo para los maoístas
de Christopher Sharma

K P Sharma Oli quiso evitar la rendición de cuentas ante el Parlamento, a raíz de la moción de desconfianza presentada por los grupos de oposición. El líder designado es el desafiante maoísta conocido como “Prachanda”. Sin embargo, él figura entre los principales personajes indagados por la Comisión que recoge las denuncias sobre los crímenes perpetrados durante la guerra civil. Los analistas destacan la necesidad de tener una plana de líderes estable para reconstruir el país. 


Katmandú (AsiaNews) –En la tarde de ayer, el primer ministro de Nepal, K P Sharma Oli, presentó su renuncia como jefe de gobierno. La decisión fue anunciada por el líder del partido comunista mismo, que quiso evitar la situación de tener que legitimar en números el apoyo a su gobierno, luego de la moción de desconfianza presentada la semana pasada por los grupos de oposición. De esta forma, deja el campo libre al desafiante directo, el líder del partido maoísta Pushpa Kamal Dahal, más conocido como “Prachanda”, que se prepara para conducir un nuevo gabinete. Mientras tanto, no obstante, diversos analistas cuestionan seriamente la decisión de hacer caer al gobierno, y advierten acerca de los riesgos que conllevan los numerosos cambios de dirigencia, en un país donde hay extrema necesidad de estabilidad política, para permitir así las reformas y la reconstrucción, luego del terremoto de abril de 2015.  

El colapso del gobierno ocurre tras meses de un tira y afloja entre los dos principales partidos. El partido maoísta de Prachanda, que apoyaba al gobierno de Katmandú desde afuera, comenzó a hacer vacilar al Ejecutivo a partir de las investigaciones emprendidas por la Comisión que está recogiendo las denuncias sobre los crímenes de guerra cometidos durante la guerra civil  (1995-2006).

Prachanda, ex primer ministro, es el líder designado para suceder a Oli. Sin embargo, él figura entre los principales indagados por la Truth and Reconciliation Commission, encargada de hacer justicia a los familiares de las víctimas de la guerra.  Antes de emprender una jugada de desconfianza, los cuadros maoístas ya habían amenazado con quitar el apoyo a Katmandú,  en caso de que sus líderes fueran incriminados de manera formal.

En un intento extremo por evitar la caída del gobierno, el premier incluso llegó a firmar una amnistía para los crímenes de guerra. En ediciones anteriores de AsiaNews, varios expertos denunciaron la rendición de Oli a los maoístas y narraron las historias de las víctimas, que hace diez años que esperan obtener justicia.

Ayer pudo verificarse la resolución final del enfrentamiento. En un primer momento, el premier intentó obtener respaldo citando los artículos de la Constitución (que fuera aprobada durante su mandato), sosteniendo que la  Carta Magna no permite frecuentes cambios de gobierno. Finalmente, tuvo que aceptar la situación de hecho, y aceptó abandonar el campo.

Oli fue el 23er premier desde 1990, año en que fue instaurado el primer régimen parlamentario. Si bien los cambios en el poder no son ninguna novedad en Nepal, muchos consideran que es necesaria una plana de líderes estable para reconstruir el país luego del sismo que provocó más de 9.000 muertos. El Prof. Lokraj Baral, analista político, sostiene: “No es saludable efectuar tantos cambios de gobierno”. El profesor Krishna Khanal agrega que “los principales elementos para mejorar un país son la paz, la estabilidad y un gobierno fuerte”.